Capítulo 744
“En realidad, Ofelia y yo estábamos a punto de reconciliarnos, pero luego empezaste a decir esas tonterías en línea y ahora está enojada, no quiere colaborar conmigo.”
Al escuchar esto, Amparo más o menos entendió lo que había pasado. Preguntó con cautela: “¿Quieres que aclare las cosas en línea?”
“No sirve de nada.” Su actitud de reconocer sus errores era tan buena que Vicente no sabía qué decir. Después de un largo silencio, finalmente dijo: “Ella no es tonta.”
“Déjalo, pensaré en algo.”
“Pero ten cuidado con lo que dices la próxima vez. Si vuelves a hablar sin pensar, no me culpes por ser duro.”
Amparo sonrió y dijo: “No hay problema.”
De regreso, pasé por una cafetería y le llevé un café a Camilo.
Sin embargo, en mi mente pensaba que Vicente, ese viejo, estaba ayudando a Amparo y a Casandra a quitarme a mi esposo.
¿De verdad cree que soy tonta?
¿Incluso después de lo que mè ha hecho, sigo dispuesta a darlo todo por él sin condiciones?
¿Cree que el poco amor que me ha dado puede durar mucho?
“Ding dong.”
Sonó mi teléfono, lo saqué y abrí la pantalla de mensajes.
Solo había una frase muy breve.
“Ya hemos atraído a la mayoría de los empleados de la empresa de Vicente, y también a muchos de la fábrica, con mejores beneficios, vienen a nuestra fábrica.”
“Y Vicente no sabe nada.”
“A este ritmo, pronto la empresa de Vicente se convertirá en una cáscara vacía.”
Esto es bueno.
Aparté la vista y guardé el teléfono en mi bolso.
Vicente me está jugando por la espalda, así que yo también tengo mi propia manera de jugarle a él..
Pero en la superficie, ambos fingimos estar bien.
Lo que sigue es ver…
Capítulo 744
Quién tiene la mejor actuación y quién es más astuto.
Al regresar a la oficina.
Le entregué el café a Camilo: “Te lo traje especialmente.”
Camilo lo recibió con una sonrisa, algo inusual en su rostro normalmente frío: “Gracias.”
“De nada.” Regresé a mi lugar de trabajo.
Camilo se acercó y preguntó: “¿Cómo fue la conversación?”
“Está claro que no quiere reconciliarse de verdad.” Le hice una mueca: “Pero lo hace tan obvio que ni siquiera puedo fingir que no lo veo.”
“¿Y aun así dice que quiere reconciliarse?”
“¿Es posible?”
Respondí a mí misma: “No es posible, pero no importa, mi tarea no es reconciliarme con él, sino desviar su atención.”
Camilo, al escuchar esto, mostró interés: “¿Para qué desviar su atención?”
“Para facilitar mis propios planes.” Dije mientras observaba a Camilo frente a mí: “Aunque Vicente está muy interesado en ti.”
Camilo sintió una mala corazonada: “¿En qué se manifiesta?”
Sonreí y dije: “Ya tiene un plan completo y bien elaborado para que su hijita me quite del medio y te robe.”
Terminé, no sin antes mostrarle a Camilo los mensajes que Casandra me había enviado.
Después de leerlos, Camilo preguntó, sin comprender: “¿Soy tan popular?”
17:02