Capítulo 696
El interlocutor seguía hablando y Ricardo cada vez más pensaba que esa amante tenía problemas en la cabeza,
“Ya le robaste el papá a otra persona. ¿Y todavía no la dejas estudiar tranquila?”
El otro continuó: “En ese entonces, todos en la escuela veían a la ‘luz de mis ojos‘ de manera extraña. Incluso algunos le buscaban problemas.”
“Pero ella nunca les hacia caso.”
“No te voy a mentir, su actitud era realmente impresionante.”
“Sabía bien cuál era su objetivo.”
“Por eso no permitía que esas cosas externas afectaran sus calificaciones.”
“Porque entendía que solo a través del estudio podría cambiar su vida.”
El interlocutor suspiró: “He investigado tanto que siento que me estoy enamorando de esa ‘luz de mis ojos“.”
“Además, después de que ocurrió todo, en un examen su calificación no solo no bajó, sino que incluso mejoró.”
“En las reuniones de la escuela, siempre la hacían subir al escenario para dar discursos.”
De pronto, Ricardo pudo comprender por qué una mujer así podría ser la luz de los ojos‘ de Camilo.
Era lo suficientemente inteligente.
Sus notas siempre eran excelentes.
Y era lo suficientemente tranquila.
Aunque la atacaran, no le daba importancia.
Ricardo no esperó a que el otro siguiera hablando y preguntó: “¿Pasó algo inesperado?”
“Sí.” El otro silbó, asombrado: “Claramente, ese lugar en el escenario fue ganado con el esfuerzo de la ‘luz de mis ojos‘, pero su papá quería que se lo diera a la hija de la amante.”
Ricardo preguntó, extrañado: “¿Ella aceptó darlo?”
El otro respondió rápidamente: “Claro que no.”
“Pero el papá de ‘luz de mis ojos‘ tenía una buena relación con el director. Hablaron en privado y sin consultar, cambiaron a la persona que daría el discurso.”
“Para ella, dar el discurso estaba bien.”
“Pero si no lo daba, tampoco era un gran problema.”
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Capitulo 696
“Por eso no le dio importancia, pero
El interlocutor hizo una pausa intencionada
Ricardo pregunto: ¿Qué más hicieron?”
“Era obvio.” Dijo el otro: “El día del discurso, la hija de la amante intimidó a luz de mis ojos
“Siendo la mejor estudiante de la escuela, pensó que la escuela apoyaría a los estudiantes con buenas calificaciones, así que reportó el incidente.”
“Pero a nadie le importó su opinión, todos le pedían que aguantara.”
“Nadie la apoyo.”
Ricardo torció la boca: “Qué injusto.”
“Si.” El otro tampoco lo entendía: “Por eso luz de mis ojos‘ decidió cambiarse de escuela.”
“Pero el director pensó que su escuela era la mejor de la ciudad, que gracias a ellos ella había logrado esas calificaciones.”
“Y que al dejar la escuela, sus notas bajarían y no haría ninguna diferencia…”
“Así que después de una simbólica insistencia, la dejaron ir.”
El interlocutor rió, incapaz de contenerse: “Al final, ‘luz de mis ojos‘ realmente se cambió de escuela y todos pensaron que estaba arruinando su futuro.”
“Pero para su sorpresa…”
“Al llegar a la nueva escuela, ayudó a sus compañeros a mejorar sus calificaciones.”
“Compartía sus buenos métodos y estrategias con ellos.”
“Y con su gran habilidad, en solo dos años, ayudó a que los mejores estudiantes mejoraran significativamente.”
“La tasa de ingreso a la universidad superó a la de su antigua escuela, alcanzando la cima.”
Ahora era el turno de Ricardo de no poder creerlo: “¿Estás seguro de que no estás mintiendo?”
El otro respondió: “Sé que suena increíble, cuando investigué también pensé que era demasiado falso, como si alguien lo hubiera inventado.”
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