Capítulo 605
Sus amigos también estaban angustiados porque no encontraban a nadie responsable para llevar a cabo esos proyectos.
Damián les presentó a algunas personas.
Y, sorprendentemente, todos llegaron a un acuerdo.
Algunos incluso se reunieron en plena noche para firmar los contratos…
Después de concretar los acuerdos, los amigos de Damián le obsequiaron grandes regalos.
La otra parte también le dio a Damián generosos presentes.
Sin cortarse, Damián aceptó todo y, al ver el saldo de su cuenta, quedó asombrado.
¿Realmente había ganado dinero tan fácilmente?
Cuando el auto se detuvo bajo el edificio de Helena, Damián todavía estaba en shock.
Solo cuando el conductor le avisó que habían llegado, Damián volvió en sí y llamó a Helena para avisarle de su llegada.
Helena bajó y le entregó todas sus tarjetas a Damián.
Damián, asombrado, exclamó: “No te imaginas cuánto dinero gané en el camino“.
Helena, confundida, preguntó: “¿Cuánto?”
“Treinta mil dólares“. Damián se sentía como en un sueño: “Es más de lo que ganas en diez
meses“.
Lo que Helena no le dijo es que ella había recibido un bono aún mayor por su proyecto, pero no quería hacerlo sentir mal ahora que Damián había comenzado a ganar dinero: “Ganar tanto en tu primera vez es increíble. Quizás en el futuro, puedas ganar aún más“.
“Sigue así”.
Solo entonces Damián reaccionó: “Con estas tarjetas que me diste, probablemente también pueda ganar bastante. Te daré una parte“.
“Gracias“. Helena no rechazó, después de todo, ella había invertido más en esas tarjetas.
Aunque ya no las necesitaba…
Pero recuperar algo de su inversión también era bueno.
Damián preguntó: “¿Te gustaría asociarte conmigo?”
Helena preguntó: “¿Cómo así?”
“De la forma en que lo hice yo…” Damián dijo con convicción: “Hay muchos emprendedores que no saben cómo encontrar socios. Podemos usar nuestra influencia para presentarlos y luego
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ellos nos darán regalos“.
Era la primera vez que Helena escuchaba sobre este modelo de trabajo y rápidamente asintió: “Está bien, pero probablemente solo pueda hacerlo después del trabajo“.
“Después de todo, creo que mi trabajo es más importante“.
Damián quería persuadir a Helena de que trabajar con él sería más rentable que su salario, pero no insistió: “Bueno, entonces hagámoslo como dices“.
“¡Eso es!” Ya que podía ayudar a Helena a ganar dinero, ella naturalmente tenía algunas sugerencias: “Creo que podrías hablar primero con tus amigos para ver qué tipo de socios necesitan“.
“De esa manera, cuando alguien más venga a ti, podrás hacer mejores recomendaciones“.
Damián, sorprendido, dijo: “¿Cómo no se me ocurrió antes?”
“Esto solo demuestra lo inteligente que soy“. Helena no dejó pasar ninguna oportunidad para elogiarse a sí misma: “Además, también hablaré con mis amigos para ver si alguno está emprendiendo“.
“Si es así, averiguaré qué tipo de socios necesitan y te lo diré, ¿para que tú les ayudes a encontrarlos?”
Damián asintió generosamente: “De acuerdo“.
“Entonces, ¿me voy ya? Si no, Rafaela estará sola en casa, y eso me preocupa“.
En su mente, Helena se preguntaba, antes de que Damián se mudara con Rafaela, ¿acaso Rafaela no estaba sola todos los días?
Pero luego pensó que ambos estaban en una fase ambigua de su relación y que ambos habían sido víctimas de su venganza.
Helena decidió no comentar sobre su relación: “Que tengas buen viaje“.
“Sí“. Después de subirse al auto, Damián se despidió con la mano de Helena.
Helena observó cómo Damián se alejaba y luego volvió a su habitación, sacó su teléfono y empezó a enviar mensajes en el grupo, preguntando si alguno estaba enfrentando dificultades para emprender y necesitaba encontrar socios, pero no sabía cómo.
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