Capítulo 599
Después de saber cuál era el propósito de Rubén, no tenía intención de charlar mucho con él. Solo le respondí: “Bueno, está bien.”
Cuando me divorcié de Ricardo, no me llevé nada, solo quise pedirle a Rubén un adelanto de un mes de salario. Pero él no solo se negó, sino que también me regañó. Dijo que, dada la situación del mercado, el hecho de que estuviera dispuesto a ofrecerme, una ama de casa, un empleo, ya era un acto de bondad. ¿Cómo podía atreverme a pedir un adelanto del salario? Si hacía una excepción conmigo, ¿qué sucedería si después otros vinieran a pedir lo mismo? ¿Acaso tendría que acceder en cada caso? Luego, me acusó de ser egoísta y de no considerar el desarrollo de la compañía. Así que renuncié en el acto.
Cuando renuncié, Rubén incluso dijo que una empleada como yo, sin utilidad para la empresa, al irme, en realidad les estaba haciendo un favor, liberando un puesto para que pudieran contratar a alguien más competente.
Sentí una cierta melancolía.
Y ahora, después de todo este tiempo…
Resulta que aún quieren que vuelva.
Rubén, con incredulidad, preguntó: “¿Bien?”
“¿Estás segura de que no me estás mintiendo?”
“Recuerdo que todos decían que tu esposo te trataba mal y no te proporcionaba para los
gastos…”
Él conocía mi situación.
Pero aun así, se negó a ayudarme, porque estaba convencido de que, aunque se mantuviera firme y no me diera el dinero ni me ayudara, yo no dejaría la empresa.
Me reí suavemente: “Antes era así.”
Rubén preguntó: “¿Ahora él ha cambiado su actitud hacia ti?”
Respondí sinceramente: “No, pero me divorcié de él.”
La voz de Rubén se llenó de alegría: “Entonces, ¿eso significa que ahora puedes venir a trabajar a la empresa?”
Mi capacidad laboral era indiscutible. Anteriormente, sin ir a la oficina y gestionando todo desde casa, podía manejar todo perfectamente bien. Casi todo lo que tomaba en mis manos, ellos no tenían que preocuparse en lo más mínimo.
Pensé cuidadosamente en mi modo de trabajo en el Grupo Heredia y luego asentí: “Sí.”
Rubén continuó: “Entonces, ¿puedes venir a trabajar con nosotros mañana? Pero déjame decirte algo primero…”
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Capitulo 599
“Como te fuiste de nuestra empresa y ahora regresas, definitivamente no podemos ofrecerte un salario alto.”
“Vamos a basarnos en el salario que tenías cuando llegaste a nuestra empresa.”
Lo que quería decir con eso era…
Todavía planeaba que volviera como una trabajadora barata.
Le respondí directamente: “Rubén, ni siquiera he aceptado tu oferta y ya estás organizando todo esto, eso no me parece bien.”
Rubén también notó el tono frío de mi respuesta y, con palabras persuasivas, dijo: “Ofelia, debes saber que para una ama de casa que ha perdido contacto con el mundo laboral, encontrar trabajo no es fácil. Incluso si lo encuentras, las tareas que te asignarán serán las más básicas, con el salario más bajo.”
“El hecho de que esté dispuesto a colocarte en un departamento importante de nuestra empresa ya es un favor especial, considerando nuestra colaboración previa.”
“Y aunque tu salario no será tan alto como el de los otros empleados, es…”
“Mucho mejor que el de otras amas de casa.”
“Si fueras inteligente, aprovecharías esta oportunidad.”
Después de decir eso, Rubén esperaba orgullosamente mi respuesta: “Piénsalo bien.”
Me reí suavemente. Era evidente que Rubén nunca había tenido un verdadero respeto por los trabajadores.
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