Capítulo 43
Desde aquel día, lo único que Elio deseaba era que la relación entre Fernando y Martina fluyera sin problemas, que se enamoraran y finalmente, que cruzaran el umbral hacia el matrimonio. Si ese día llegaba, aunque no lo invitaran, él se aseguraría de enviar un regalo enorme, no por otra cosa, sino para rogar que la obsesión amorosa de Eugenio no volviera a despertarse.
Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba.
Apenas Elio se distrajo, escuchó a Eugenio preguntarle desde el escritorio: “¿Qué tal va la investigación sobre lo del bar aquella noche?”
El día que Eugenio resultó herido, Elio lo había invitado a cenar. De camino, el coche se accidentó y dos furgonetas los rodearon intentando secuestrar a Eugenio. Al bajarse a pelear, su hermano resultó herido y tuvieron que refugiarse en un bar cercano lleno de gente.
“Ya pregunté y usé todos los medios posibles, pero esos tipos realmente no sabían nada. EI dinero pasó por tantas manos en el extranjero que no dejó rastro alguno. Lo más sospechoso fue un hombre de cabello rizado en las cámaras, pero no sabemos si era una peluca, no hay más grabaciones de él.” Elio compartió todo lo que había investigado.
Para no dar pie a que su amigo lo criticara por ineficiencia, añadió algo más, “Según las cámaras de seguridad que nos proporcionó el dueño, esa noche tu sobrino estuvo encerrado en una habitación privada con Lucía por una hora, qué tipo.”
Elio tenía muchas novias, pero tenía un principio estricto, siempre una a la vez y nunca las engañaba.
“Está bien, si a él le gusta, les permitiré comprometerse.” Eugenio sonó más animado al mencionar eso.
Su ánimo también parecía haber mejorado considerablemente.
Curioso, Elio preguntó: “¿Así de tajante los vas a obligar a comprometerse, la familia Hernández no te ha dicho nada?”
“Han murmurado un poco, en realidad este compromiso aún podría haberse cancelado, pero ayer Fernando hizo una tontería, nadie va a apoyarlo ahora.” Eugenio dejó su pluma y miró hacia afuera por la enorme ventana, “Este matrimonio es inevitable.”
Elio estaba intrigado y a punto de preguntar más detalles, pero al captar la mirada de su hermano mayor, rápidamente se calló.
Solo aprovechó para criticar a Fernando, “Eso es típico, Fernando siempre ha sido un tonto, creído. Si no fuera por ti, la familia Hernández ya se habría derrumbado, ¿qué se cree?”
Eugenio llamó a su secretaria para que trajera unos documentos.
Cuando la secretaria organizó los papeles y estaba a punto de irse, Eugenio la detuvo, “Coordina un chequeo médico para los empleados el mes que viene en el Hospital San Salvador, asegúrate de que se distribuyan en diferentes horarios.”
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Capitulo 43
Una vez la secretaria se fue, Elio no pudo resistirse a comentar, “Eugenio, casi se te lee la intención en la cara.”
“Quizá, la última vez me demoré, esta vez no puedo tardar.” Eugenio lo admitió abiertamente.
Elio se dio cuenta de que Eugenio trataba los asuntos del corazón con la misma determinación que los negocios, aprovechaba cualquier oportunidad al instante. Como en esa ocasión, en cuanto Fernando le fue infiel a su novia con Lucía, de inmediato comenzó a planear su
compromiso.
Al día siguiente, Martina comenzó a mudarse, sus pertenencias eran pocas, mayormente libros de medicina y esa sería la primera vez que viviría sola, por lo que pensó que con una limpieza y un poco de orden, estaría lista para mudarse, pero al prepararse, se dio cuenta de que necesitaba comprar muchas cosas, además de la ropa de cama que ya tenía en mente, necesitaba adquirir productos de limpieza, vasos, trapos y otros utensilios domésticos.
El domingo, Ximena y ella planearon ir de compras juntas, así que preparó una larga lista de lo necesario. Cuando ya habían comprado casi todo, Ximena sugirió que su chofer llevara las compras a la casa de Martina mientras ellas veían otras cosas.
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