Capítulo 18
Por eso, incluso se había enojado con ella.
Lucía jamás habría imaginado que Fernando reaccionaría así, solo por la hija de la empleada doméstica. “Ferni, jaclara las cosas, soy tu novia!”
Lucía estaba tan enfadada que se le había enrojecido la cara, en cualquier otra ocasión, se habría dado la vuelta y se habría ido, pero no podía irse, ese día quien los había invitado fue el tío de Fernando. Su padre también estaba en ese lugar tratando unos asuntos y esperaba poder pasar a brindar más tarde para estrechar su relación con el tío de Fernando.
En realidad, Martina no necesitaba que Fernando la defendiera, miró a Lucía, “Srta. Alarcón, gracias a mis buenas calificaciones desde la primaria hasta que terminé la preparatoria, no solo me eximieron de 12 años de matrícula, sino que también obtuve algunas becas. Además, es cierto que la familia Hernández también gastó algo de dinero en mí, por lo que cada centavo está anotado. Si el Sr. Fernando o tú consideran que no es suficiente, estoy dispuesta a compensar cualquier diferencia siempre y cuando haya pruebas o recibos.”
La relación entre Fernando y Lucía no le incumbía, tampoco podía discutir con esa chica en ese momento. De lo contrario, con el carácter de Fernando, si en el futuro terminaban, probablemente él atribuiría la causa a ese día y a Martina no le interesaba estar involucrada.
Antes de que Lucía pudiera responder, Fernando levantó la vista hacia la dirección de la puerta y de inmediato, adoptó una expresión conciliadora, “¡Tío!”
Las dos mujeres siguieron su mirada.
Eugenio, con una altura cercana a los 1.90 metros, facciones definidas y un traje bien cortado que resaltaba su figura esbelta, exhibía un porte aristocrático en cada movimiento. Su presencia en el amplio y luminoso vestíbulo del Hotel Mar Azul era imposible de ignorar.
“¿Ese es tu tío?” La voz de Lucía temblaba ligeramente.
Nunca había visto al tío de Fernando y en su imaginación, debía ser un hombre de mediana edad, pasado de peso. ¡Nunca pensó que sería un joven de impresionante presencia y atractivo comparable al de una estrella!
Fernando ni siquiera prestó atención a lo que ella decía, le entregó la camisa que llevaba en la mano y se apresuró a recibir a su tío.
Eugenio vio a Fernando, luego levantó ligeramente sus ojos oscuros hacia Martina. Justo en ese momento, ella también lo miró, sus miradas se cruzaron.
Lucía le tocó el hombro, “Marti, me equivoqué contigo hace un momento. Vamos a comer con el tío de Fernando, ven con nosotros, quiero disculparme.”
a voz de la mujer era suave, casi como si llevara un tono de disculpa.
Martina entendió por qué a Fernando le gustaba, a pesar de que sus intenciones eran evidentes, su tono aún era de sumisión.
Mientras Lucía hablaba, los dos hombres también se acercaron.
Eugenio miró de reojo a Martina, luego fijó su vista en Fernando, preguntando: “¿Qué hace Martina aquí?”
“Le pedí que me trajera la ropa.”
Fernando no veía nada malo en ello, como si Martina naturalmente debiera hacer ese tipo de servicios por él.
El semblante serio de Eugenio mostró un claro desagrado, “Ferni, si no fuera porque la madre de Martina dio su vida para salvar a tu madre, quién sabe si tú serías huérfano ahora. Una deuda de vida es más grande que el cielo, la familia Hernández nunca podrá compensarle completamente el dolor de perder a su madre.”
“Yo, yo lo sé.” Fernando se apresuró a concordar.
“Además, nuestra familia empleó a la madre de Martina, no a Martina. Si vuelvo a saber que la mandas a hacer recados sin más, olvídate de participar en los proyectos de la empresa.” La voz de Eugenio fue como un mar tranquilo, pero también se podía sentir la tensión subyacente.