Capítulo 112
En algunas áreas montañosas remotas aún es necesario armar carpas, y bañarse es aún más difícil.
“Él lo pidió, dijo que después de tantos años en el extranjero, quería empezar con lo que podía, desde las cosas pequeñas.”
Cuando el director del centro médico mencionó esto, se le notaba claramente el orgullo en el
rostro.
Martina aún no había conocido a Guillermo, pero ya tenía una buena impresión de él.
Después de que el director del centro médico se fue, Martina se cambió de ropa preparándose para irse a casa después del trabajo.
Al pasar por el vestíbulo de la clínica, no pudo resistir la curiosidad y subió para revisar los resultados del examen de Lucía en el sistema.
Según los resultados proporcionados por el médico, el bebé era realmente grande, incluso ya se podía detectar el latido del corazón.
Pero no era mucho más grande de lo normal.
Martina preguntó con curiosidad: “¿Cuántas semanas debería tener normalmente este saco gestacional?”
El médico respondió: “Cada persona es diferente, normalmente el latido del corazón se detecta a las seis semanas, pero ella ya lo tiene y no ha llegado a las cinco semanas.”
Es decir…
Lucía había quedado embarazada aproximadamente una semana antes de acostarse con Fernando.
Viéndolo de esta manera, solo necesitaría mentir sobre la fecha de su período.
Después de agradecer al médico, Martina se fue.
Justo cuando estaba llegando a la puerta de la clínica, vio a dos personas caminando juntas a unos metros de distancia.
Martina reconoció de inmediato a uno de los hombres, ¡era el padre del bebé que Lucía llevaba en su vientre!
¡Y la persona que estaba con él era nada menos que…
Cecilia!
¿Cómo podrían estar juntos esos dos?
Martina de inmediato pensó en varias posibilidades.
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Pero las descartó rápidamente.
Imposible.
Recordando cómo el hombre había estado locamente apasionado el día anterior, dudó por un momento, pero luego decidió acercarse.
“Sra. Cecilia,” Martina pasó su mirada por el rostro de Pol.
“Marti, Lucía está embarazada y en el hospital para mantener el embarazo, traje algunas cosas para verla.” Cecilia, al ver su atuendo, preguntó, “¿Acabas de empezar tu turno?”
“No, acabo de terminar el turno nocturno, estoy por irme a casa a dormir.” Martina aún preguntó casualmente, “Él es…”
Su mirada se posó en el rostro de Pol.
Tenía que admitir, aunque Pol no era muy alto, su rostro era increíblemente atractivo, perfecto para el verano, vestido con una camiseta y una camisa de manga corta por encima, mostrando parte de sus brazos que, aunque delgados, tenían líneas musculares definidas.
Tenía el aire de esos chicos populares de la universidad.
“Me lo encontré en el camino, vi que llevaba muchas cosas y ofrecí ayudarla a llevar algo.” Cecilia también miró a Pol, “Ya le había dicho que no, pero el chico insistió, entonces le dejé llevar algo.”
Pol asintió ligeramente, “Sí, simplemente vi que llevaba mucho y como no tenía nada que hacer, decidí ayudar.”
A pesar
de que Pol parecía muy amable y educado, Martina no podía olvidar cómo se había comportado el día anterior y se sintió un poco preocupada.
Martina se ofreció a acompañarlos.
Cecilia no se negó.
Sorprendentemente, Pol tampoco se fue, y así los tres entraron juntos al área de hospitalización.
Martina no entró a la habitación.
Cecilia y Pol entraron juntos.
Al principio, cuando Lucía vio a Cecilia, rápidamente se levantó de la cama para recibirla, “Mamá, has venido.”
Cuando levantó la vista y vio a Pol siguiendo a Cecilia, su expresión se congeló instantáneamente…
Pol puso las cosas que llevaba en el suelo, miró a Lucía y dijo, “Señora, ya dejé las cosas, me voy.”
“Está bien, muchas gracias, joven.”
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Capítulo 112
Cecilia miró a Pol, y no podía ocultar su afecto por él.
Martina, parada fuera, vio a Pol irse y entonces se giró para bajar.
Justo al llegar al ascensor, recibió una llamada de Cecilia preguntándole dónde estaba.
Cinco minutos después, se encontró con Cecilia de nuevo en el vestíbulo del área de hospitalización.
“Marti, en realidad, mi mayor sueño durante todos estos años ha sido que te casaras con Ferni, pero ahora que Lucía está embarazada, sé que nada de eso puede cambiar.”
Cecilia suspiró, mirando a Martina, “Pero viéndote crecer todos estos años, también espero que seas feliz, así que encontré a un chico con buenas condiciones. ¿Hoy tienes el día libre? Entonces coordinaré para que se encuentren, ¿te parece?”
Martina lo comprendió al instante, ¿acaso no estaban hablando de presentarle a alguien para una cita a ciegas?
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