Capítulo 91
Alicia fue llevada fuera de la zona de escombros.
La colocaron en el sofá.
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Roberto la miró desde arriba y dijo: La próxima vez que te diga que no te muevas, no te muevas, ¡no seas tonta y no corras sin sentido!
Alicia fue regañada.
Ella bajó la cabeza y respondió: -¡No pensé que me toparía con el florero!
La temperatura en el rostro de Alicia subió notablemente. Por suerte, no había luz en ese momento, de lo contrario habría sido embarazoso.
Su rostro seguramente estaba muy rojo.
¿Qué le estaba pasando? Roberto era su maestro y también su amigo.
No debería tener pensamientos desordenados.
Roberto sacó su teléfono y llamó con un tono frío: -Investiga por qué se fue la electricidad
Alicia miró alrededor en la oscuridad y finalmente fijó su vista en Roberto, porque él era el único con un teléfono que emitía algo de luz.
Ella preguntó: -¿Y Valentín? ¿No volvió contigo?
-Él fue al bar, no regresará esta noche.
-¿Y por qué tú no fuiste?
Alicia sabía que a los adultos les gustaba ir a bares, especialmente a los hijos de familias ricas; relajarse en un bar era algo común.
Anteriormente, los hermanos de la familia García también iban, la mayoría de las veces por compromisos sociales.
Roberto respondió con calma: -Es demasiado ruidoso.
Alicia no se sorprendió al escuchar esa respuesta.
Roberto siempre había preferido la tranquilidad.
Curiosa, Alicia preguntó: -Me da curiosidad, siendo tan tranquilo como eres, ¿cómo acabaste siendo amigo de Valentín? Él habla tanto y es tan extrovertido.
Roberto era todo lo contrario.
Capitulo 91
Teóricamente, dos personas tan diferentes no deberían ser buenos amigos.
Roberto pensó un momento y respondió: Mi abuela decía que, como hablo poco, debía encontrar un amigo que hablara mucho, para no acabar mudo.
Alicia pensó que la abuela de Roberto también debía de ser bastante interesante.
No pudo evitar preguntar: -¿Entonces conoces a Valentín desde pequeño?
Roberto, dándose cuenta de que había dicho demasiado, se detuvo: -¿Qué pasa?
-Realmente envidio que tengas un amigo con quien te lleves tan bien.
Su tono llevaba un dejo de melancolía.
نے
Estaba muy oscuro alrededor, y Roberto no podía ver su expresión claramente. Él preguntó: -¿ No tenías amigos cuando eras pequeña?
-Los tenía, pero después del accidente de coche en el que mis padres murieron, estuve enferma por un tiempo y olvidé todo sobre el accidente. Estaba muy deprimida en ese entonces, así que mis viejos amigos se distanciaron.
No mucho después, María fue traída a casa.
Como sabes, por culpa de María fui aislada en la escuela y nunca tuve muchos amigos.
Al oír hablar del accidente, los labios de Roberto se tensaron.
Su garganta se movió ligeramente: -¿En todos estos años, nunca has recordado nada del accidente?
—No, y tampoco quiero recordar algo tan doloroso.
Alicia sonaba triste: -Si no fuera por ese accidente, mis padres no habrían muerto, María no habría aparecido en mi vida, y tal vez mi relación con mis hermanos no se habría deteriorado
tanto.
Lástima que no hay “si” en la vida.
Roberto miró en dirección a Alicia, con una expresión indeleble en sus ojos.
-¿Alguna vez has odiado a la persona que causó el accidente?
Su voz temblaba ligeramente, con una emoción indescifrable.
En la oscuridad, ninguno podía ver claramente el rostro del otro.
-¡Odio!
La voz de Alicia era firme, con un toque de frialdad.
Capitulo 91
Roberto tragó con dificultad: -¿Has pensado en encontrar a esa persona?
-Esa persona huyó, y alguien más tomó su lugar para asumir la culpa. La familia García ha buscado durante muchos años sin encontrar ninguna pista.
Alicia también deseaba encontrar al asesino de sus padres.
Su voz resonó: -Si lo encuentro…
-¡Haré que ese asesino pague!
La determinación brillaba en los ojos de Alicia; estaba decidida a encontrar al culpable del
accidente en esta vida.
Roberto se sentó en el sofá, sin moverse por un largo rato.
Sentía que incluso respirar era difícil.
Tras un momento de silencio, Alicia no pudo resistirse a preguntar: -¿Cuándo volverá la electricidad?
¡Gira para reclamar tu recompensa sorpresa!