Capítulo 177
Al escuchar la réplica de Alicia, Jorge sintió que su autoridad como cabeza de familia había sido gravemente ofendida.
No pudo evitar intervenir: -Alicia, después de todo, esto es un asunto familiar, ¿cómo puedes tratarlo de esta manera?
¡Y además, el padre de María le salvó la vida a Alicia!
¿Acaso Alicia ya lo había olvidado todo?
Los investigadores, incapaces de soportarlo más, intervinieron: –Señor Jorge, sus palabras son un tanto parciales. La persona que hizo trampa fue María, ¿qué tiene que ver Alicia con esto?
-Eso es cierto, Alicia es la estudiante más sobresaliente, ¿cómo podría hacer trampa? Ella es la primera en su clase.
-Normalmente, los que hacen trampa son los que tienen malas calificaciones, no los que tienen excelentes resultados. Los que tienen buenas calificaciones no necesitarían hacer trampa para obtenerlas.
Jorge quedó sin palabras, su rostro se volvió incómodo.
Todavía le costaba aceptar esta realidad.
¿Cómo es posible que la persona que hizo trampa fuera María?
Jorge, con firmeza, respondió: -Pero María siempre ha sido una chica obediente y sensata. Alicia fue la que fue denunciada primero. ¿Han investigado bien esto?
Todavía sentía que los avances de Alicia, aunque impresionantes, no podían justificar un salto
tan grande hasta el primer lugar en la ciudad.
¡Era demasiado exagerado!
-Hemos oído hablar de que Alicia es la primera en la ciudad, y sus calificaciones no tienen
problemas.
-Señor Jorge, su familia es realmente extraña. Tienen a una chica que es la primera en la ciudad, pero en lugar de cuidarla con orgullo, parecen esperar que haya hecho trampa. ¿Cómo lo ven ustedes?
-Es cierto, no defienden a su hermana, que es la primera en la ciudad, pero creen a una chica que tiene malas calificaciones y está llena de mentiras. ¡El mundo de los ricos es incomprensible!
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Jorge, furioso, se quedó sin poder responder, completamente enrojecido por la vergüenza. No podía creerlo, miraba a Alicia asombrado. ¡Nunca pensó que sus calificaciones pudieran haber mejorado tanto!
Y, además, ¡la investigación parecía estar correcta!
Nunca había notado lo buena que era Alicia en los estudios cuando era pequeña.
Alicia miró a María, que seguía sentada en el suelo: -Ya basta de hacerte la inocente. Admite que hiciste trampa. Los hechos están ahí, en evidencia. Tal vez si te disculpas, podamos reducir la pena.
—¡Alicia, ¿qué estás diciendo?!
Alicia soltó una risa burlona: -Jorge, esas son exactamente las palabras que María me dijo antes. Ahora solo las estoy repitiendo. ¿Te parece tan grave? ¿Acaso no te parece grave lo que hizo esta hipócrita María cuando me atacó a mí?
Jorge, en shock, quedó sin palabras.
No había prestado atención a ese detalle antes.
Siempre había considerado a María como la víctima, por lo que había sido más protector con ella.
Ahora, Jorge sentía que Alicia estaba siendo demasiado agresiva: -María es mucho más madura que tú, ¿por qué no dejas de pelear con ella?
-María, esa tonta que no puede ni entrar a la universidad por su bajo rendimiento, no tengo por qué tratar con ella. Pero voy a advertirle que no se meta más conmigo. ¡Es una inútil que solo sabe jugar! ¡No merece ser mi rival!
Después de decir esto, Alicia parecía haber provocado a María de manera irreversible.
María, con los ojos enrojecidos, corrió hacia ella gritando: —¡Alicia, ¿qué te crees?! ¿Por qué me insultas? ¡Eres una mala persona!
Alicia, sin pensarlo, agarró el cabello de María con fuerza y le dio un par de bofetadas, dejando a María atónita y desorientada.
Alicia usó toda su fuerza, sin contenerse en absoluto.
Las cosas ya habían llegado a este punto, si no explotaba, estaba a punto de volverse loca.
Si la familia García no entendía lo que decía, entonces todos iban a desatar su furia.
Después de recibir los golpes, María perdió por completo el control. Con una expresión de furia, se lanzó sobre Alicia para pelear.
Pero Alicia la derribó al suelo, aprovechando su fuerza superior, ya que María era muy delgada por preocuparse por su figura.
María no podía igualar su peso.
En ese momento, las viejas y nuevas rencillas se desbordaron.
Cuando todos vieron que Alicia y María estaban peleando, ninguno reaccionó immediatamente.
Vicente fue el primero en hablar: —¡Jorge, ¿qué estás haciendo? ¡Detenlas ya!
Jorge, reaccionando finalmente, se acercó y agarró el hombro de Alicia: -Alicia, ¡detente ahora mismo!
Alicia no se movió y continuó presionando a María contra el suelo.
Jorge, sin pensarlo más, levantó a Alicia en el aire.
Alicia, al sentirlo, mordió su muñeca con fuerza hasta que un sabor metálico le llenó la boca, y
solo entonces lo soltó.