Capítulo 157
Alicia miró la cámara del reportero y, por un momento, se sintió algo desorientada.
Pensó un instante y luego dijo: -Lo que más quiero agradecer es a mi familia, porque ellos siempre han valorado mucho el estudio.
En los últimos meses de mi preparación, fue el aliento y apoyo de mis hermanos, e incluso contrataron a un tutor que me dio clases en casa.
Ellos me animaron a estudiar todos los días, y gracias a eso, logré obtener los buenos resultados de hoy.
Al terminar de hablar, Alicia sintió una oleada de sarcasmo en su interior.
María, que escuchó sus palabras, se quedó completamente sorprendida. ¿No estaba Alicia mintiendo descaradamente?
En realidad, los hermanos de la familia García no eran tan estrictos con las calificaciones.
De hecho, Raúl incluso pensaba que obtener buenas calificaciones no tenía mucha importancia, por lo que, en una ocasión, durante un torneo de juegos, Raúl le permitió faltar para entrenar y participar en la competencia. Eso hizo que sus calificaciones cayeran
considerablemente.
El hecho de que esta vez no hubiera sacado una buena calificación estaba directamente relacionado con el tiempo que pasó jugando.
¿Por qué Alicia decía todo esto al revés?
María, mirando con desconcierto, se preguntaba si Alicia estaba aprovechando esta oportunidad para reconciliarse con sus hermanos.
El reportero continuó preguntando: -Alicia, hemos escuchado que tus calificaciones no fueron sobresalientes al principio, pero en los últimos meses tu rendimiento mejoró drásticamente, hasta lograr el primer lugar a nivel ciudad. ¿Eso fue gracias a la ayuda del tutor que contrataste?
-No, fue porque los maestros de nuestra escuela son excelentes.
Tras una breve entrevista, Alicia posó para unas fotos con los directivos de la escuela.
El cartel colgado en el campus fue rasgado para que se leyera claramente el nombre de Alicia.
Alicia fue rodeada por todos, quienes la elogiaban respetuosamente; todos querían abrazar a la primera de la ciudad para compartir un poco de esa suerte.
María, al ver esa escena de gloria de Alicia, no pudo evitar la envidia y comenzó a romperse las
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uñas de los dedos. Sus ojos se pusieron rojos de celos.
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No podía creer que Alicia hubiera mejorado tanto en tan poco tiempo y ¡se hubiera convertido en la primera de toda la ciudad!
¿Eso era posible?
¡Si antes Alicia tenía unas calificaciones pésimas, hasta ella misma sacaba mejores notas!
Carmen, igualmente frustrada, dijo: -María, escuché a Alicia agradeciendo al director por los útiles que le envió. ¿Será que tiene alguna relación especial con el director y él le dio las respuestas?
Si no, ¿cómo podría Alicia ser la primera de la ciudad con esas calificaciones?
María también lo pensó. Había oído la misma frase de Alicia.
En realidad, Alicia no había usado los útiles defectuosos para el examen, pero esa mujer no dejó escapar ni un solo rumor.
En los ojos de María apareció un destello de cálculo: -Vas a tener que hablar con los reporteros y dejar escapar esta información.
Estaba convencida de que alguien denunciaría la veracidad de las calificaciones de Alicia.
Además, Alicia había sido la causante de la lesión de Carlos, quien había terminado con una fractura en las costillas y estaba en el hospital. Los miembros de la familia Martínez seguramente no dejarían pasar esto.
Cuando eso sucediera, Alicia recibiría un golpe devastador, perdería su posición y no podría
recuperarse.
Tenía que ir al hospital lo antes posible y causar controversia sobre el asunto de Carlos.
Alicia había terminado la entrevista con los reporteros y colaborado con la escuela para algunas promociones.
A la hora del almuerzo, el profesor insistió firmemente en que asistiera a la fiesta de
celebración de la escuela.
Alicia no pudo negarse, así que salió del campus junto con Laura.
Un auto de lujo estaba estacionado al borde de la calle.
Vicente bajó del vehículo, luciendo serio, y miró fijamente a Alicia: -Alita, tienes que venir conmigo ahora mismo. 1