Capítulo 112
-Tos tos tos, no es así, tú no eres como María. Somos hermanos de sangre, para mí tú eras lo más importante.
Vicente tosió y escupió sangre.
Alicia no pudo soportarlo y le pasó un pañuelo.
Vicente mostró una expresión de alivio: -Sabía que en el fondo, Alita todavía me tenía en
cuenta.
Alicia giró la cabeza hacia la ventana exterior, sintiéndolo todo muy irónico.
Antes, ella se desvivía por llamar la atención de sus hermanos, quería ser vista y reconocida.
En su vida pasada, lo dio todo y no consiguió nada.
En esta vida, cuando ya no quería esas cosas, Vicente terminó enredándola.
Las personas siempre eran tan mezquinas.
Cuando el vehículo llegó al hospital, Vicente fue llevado para ser examinado.
Alicia quiso irse, pero el médico la detuvo: -Usted es familiar del paciente, ¿verdad?
Convénzalo, el señor Vicente necesita continuar con su medicación para la gastritis o empeorará a cáncer de estómago.
Alicia, con expresión fría, respondió: —Si él mismo no se preocupa por su salud, ¿quién puede decidir por
él?
-Alicia, ¿está bien decir eso? Vicente está así por nosotros.
Raúl y María llegaron apresurados.
Alicia lanzó el expediente médico en los brazos de Raúl: -¿Ahora me moralizas? Tú, que eres tan bueno, ¿cómo es que no sabías lo enfermo que estaba Vicente? ¿Cómo puedes ser su hermano, vivir juntos todos los días y no darte cuenta de que su condición empeoraba?
Raúl quedó sin palabras: -Es… es que no me di cuenta.
-Qué habilidad, en lugar de buscar excusas, mejor convence a Vicente de que se medique y se
trate.
Después de regañar, Alicia dejó el hospital directamente.
Raúl, dolido en el pecho, dijo: -Alicia es cada vez más fuerte.
María retuvo su ira: -Raúl, Alita ahora es una estrella en EnVivoPlus, también es increíble
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jugando videojuegos, claro que tiene confianza.
-Humph, aunque tenga confianza, sigue siendo de nuestra familia García. Tranquilo, tengo un contrato firmado por Alicia. Si me provoca demasiado, haré que nunca logre ningún éxito
en su vida.
María, con los ojos brillantes, preguntó: -¿Qué tipo de contrato?
¿Él realmente tiene un punto débil de Alicia en sus manos?
-Raúl, ¿dónde está Alita?
Vicente salió del chequeo médico, pero no vio a Alicia por ningún lado, lo que le provocó una visible decepción.
-Vicente, esa desagradecida simplemente se fue, ¿para qué la buscas?
María se acercó: -Vicente, ¿estás bien? Me preocupé mucho. ¿Por qué no nos dijiste que tu gastritis había empeorado?
-No es nada serio.
Vicente no pudo ocultar su desilusión, había esperado que Alicia se quedara, pero ella se había
ido.
Al ver la decepción en el rostro de Vicente, María sintió un cierto sentido de crisis.
A pesar de todos sus esfuerzos recientes, Vicente todavía parecía preocuparse mucho por
Alicia.
En ese momento, el secretario de Vicente se acercó apresuradamente : —Jefe, el socio quiere terminar la colaboración. Dicen que hay problemas con el firewall que diseñamos en el
software.
María intervino: -Entonces apresúrate y consigue que el equipo técnico lo resuelva.
-Es que no se ha resuelto, por eso quieren terminar la colaboración.
Vicente sonrió amargamente: -Esa parte del firewall era responsabilidad de Alita.
No había podido decírselo a Alicia, por eso había estado posponiendo la situación.
Raúl bufó con desdén: -No puedo creer que sin Alicia no podamos resolver este problema. Vicente, déjame encargarme.
María, sintiendo celos, dijo a propósito: -Vicente, ojalá yo supiera. Definitivamente resolvería esto por ti.
Vicente suspiró: -También me di cuenta de lo importante que era Alita después de
que se fue.
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La expresión de María apenas se sostuvo.
¿Y ella qué? ¿Qué era ella entonces?