Capítulo 349
Cuando Javier vio el video de Yessie parada en la nieve, no pudo evitar imaginarse el
sufrimiento que su hija había pasado durante esos siete años con su madre biológica. Como padre, se sentía impotente por no haber sabido nada de esto. Siempre había pensado que Zully amaba y cuidaba a Yessie.
“Javier, ¿de qué estás hablando? ¿Cómo podría maltratar a Yessie? ¡Es nuestra hija! La amo demasiado como para hacerle daño“, exclamó Zulma con los ojos llenos de lágrimas, negando rotundamente las acusaciones.
Cada vez que Zulma golpeaba a Yesenia, se aseguraba de que nadie lo viera. Estaba convencida de que nadie lo sabría jamás.
“Yessie…“, murmuró Javier al ver a Zulma correr hacia la cama de Yesenia, llorando desconsoladamente mientras la miraba con dolor. “¿Cómo puede tener tantas heridas? ¡Mi Yessie, mi tesoro!“, exclamó, sin saber dónde colocar sus manos de la angustia.
“Seguro que fue algún maestro de la escuela. Mañana, cuando Yessie despierte, le preguntaré… Tengo que hacer justicia por mi hija. Si descubro quién le hizo daño, no descansaré hasta enfrentarlo“, declaró Zulma, quien era una excelente actriz.
Sus palabras lograron hacer dudar a Javier. Viendo a Zulma tan afectada, parecía difícil creer que estuviera fingiendo. ¿Acaso la había malinterpretado?
Pero entonces recordó el video. Yessie estaba en la nieve, descalza y con una delgada pijama. ¿Cómo podía una madre ser tan cruel en temperaturas bajo cero?
Mientras Zulma seguía llorando, Javier sacó el video y lo mostró frente a ella. “¿Y esto?”
Zulma reconoció de inmediato la escena. Había sido su intento de enseñarle a Yesenia cómo
ganarse el afecto de Adolfo. Al no lograrlo, la había enviado afuera, en la nieve, con una pijama para “refrescarle la mente“. Solo después de media hora de frío, cuando Yesenia volvió adentro, parecía haber aprendido la lección. Yesenia pudo ganarse el afecto de Adolfo, supo cómo mimarlo, su mérito era innegable.
“¿Y por qué Yessie duerme tan profundamente?“, siguió preguntando Javier, sin darle tiempo a Zulma de encontrar una excusa para el video.
Aunque Yesenia era una niña de sueño pesado, con todo el alboroto y las lágrimas de Zulma, lo normal hubiese sido que se despertara. Javier incluso la había movido, pero Yesenia no se inmutó. Dormía demasiado profundo, lo cual era preocupante.
“¿Le diste algo a Yessie para dormir?“, preguntó Javier, quien ahora la miraba con sospecha. No había otra explicación para que durmiera tan profundamente.
“¡Respóndeme! ¿Le diste algo?“, insistió Javier, sujetando con fuerza los hombros de Zulma mientras la sacudía. Su corazón estaba destrozado. La mujer a la que más amaba estaba maltratando a su hija, administrándole somníferos sin importarle que solo tenía siete años. Zulma no amaba a Yessie. No amaba a la hija que habían tenido juntos.
