Capítulo 343
Entrar en la cárcel y no salir nunca, no le traería más que ventajas a ella. Pero ahora, Verónica no habia muerto. Era perfecto que Javier hubiera salido. Podía volver a ser la herramienta más afilada en sus manos. Ayudarla a deshacerse de Verónica. Y esta vez, lo mejor sería
deshacerse también de Javier. Mientras en su interior tramaba los planes más malvados, Zulma no olvidaba seguir consolando a Javier.
*Javier, no digas eso, por ti y por Yessie, todo lo hago de corazón, lo que no debiste hacer es dudar de mis sentimientos por ti.” La voz de Zulma sonaba aún más dolida.
“¡Soy un idiota! Todo es culpa mía, Zully, no llores, ver tus lágrimas me destroza el corazón. Haré lo que digas, todo lo que digas, ¿vale?” Del otro lado del teléfono, Javier estaba lleno de remordimientos, se dio dos bofetadas a sí mismo.
Zulma esperó a que terminara antes de fingir detenerlo, “Javier, ¿qué estás haciendo? Golpearte es como herirme a mí. Sabes cuánto me importas…” Zulma exclamó con dolor. Lo que hizo que el corazón de Javier se llenara de alegría.
“Está bien, no me golpearé, Zully, no te preocupes.” Javier la tranquilizó. “Zully, quiero veros a ti y a Yessie, esta noche, iré a buscarte, ¿está bien?” Después de más de dos años, la extrañaba terriblemente. Temía perjudicar a Zully. No se atrevía a permitirle visitarlo en la cárcel. Mucho menos llevar a Yessie a verlo. Las extrañaba mucho a ambas.
La razón le decía a Zulma que debía rechazarlo de inmediato. Pero, cuando las palabras de rechazo estaban en la punta de su lengua, al pensar en las “habilidades” de Javier, no pudo evitar ceder, convirtiéndose en un “se me rompió la tubería del agua“.
No quería traicionar a Adolfo. Simplemente, Adolfo nunca la tocaba. Ella también era una mujer, una que había probado el sabor del deseo. También tenía sus necesidades.
“A las diez de la noche iré a ayudarte.” Javier entendió la señal y se alegró muchísimo. Ese era su código para encontrarse.
“Sí, te esperaré.” Zulma respondió con una voz suave, con un toque de ternura. Esta vez era verdadero. Javier podría no ser bueno en otros aspectos, pero en este, siempre dejaba a Zulma muy satisfecha. En realidad, lo extrañaba.
En la noche Zulma había dado el día libre al personal de servicio. A las diez, cuando Yesenia ya estaba dormida, Javier entró vestido con su ropa de trabajo. Conocía bien el lugar y subió al segundo piso, entrando directamente en la habitación de Zulma. Zulma ya se había duchado y se había puesto un camisón sexy, recostada en la cama. Javier, al verla, corrió hacia ella, tomó su rostro y la besó. Zulma respondió con entusiasmo al beso.
Después de besarla, Javier, aún con ganas, le dio suaves besos en los labios y dijo con voz ronca: “Espera un momento, primero voy a ver a Yessie.” Javier quería ir primero a ver a Yesenia, pero Zulma, que ya lo deseaba mucho, lo retuvo rodeando su cuello con los brazos,
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Capitulo 343
“Javier“. Con un solo llamado dulce, Javier se derritió. Ya de por sí carecía de autocontrol frente a Zulma, y en ese momento, se desmoronó por completo. Y se lanzó sobre ella.
Verónica sabía que Javier había salido. Después de que Adolfo se apartara, Benito organizó todo en secreto. Javier salió antes de lo previsto. Y lo primero que hizo al salir, tal como ella había predicho, fue ir a ver a Zulma. En cuanto Javier entró en la Mansión Belleza, Verónica recibió la noticia. En ese momento, estaba en el despacho de Adolfo, dibujando un boceto de diseño. Mientras leía el mensaje, la puerta del despacho se abrió desde afuera.
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