Capítulo 314
Atescuchar las palabras de Adolfo, los ojos de Zulma se llenaron de lágrimas al instante.
“Adolfo, sé que le fallé a Pilar, pero ya estoy lisiada, ¿no sabes cómo he vivido estos dos años? Verónica sigue sin dejarme en paz. Entiendo que todavía no pueda superar la muerte de Pilar, no es que no lo comprenda. Saber que ella está viva me alegra mucho. Hoy la busqué solo para disculparme de nuevo, han pasado dos años, y deseo que pueda seguir adelante y vivir de nuevo, pero no esperaba… No sabes cómo me torturó en el reservado. ¡Estuvo a punto de matarme! Si no hubieras llegado a tiempo, ahora mismo sería un cadáver.”
“Aun así, ¿has visto algún remordimiento en Verónica? Su actitud es tan arrogante, si dejo pasar esto, quién sabe cómo me * maltratará Verónica la próxima vez. ¿Realmente puedes soportar verme ser lastimada por Verónica una y otra vez?”
Zulma lloraba desconsoladamente. Con sus palabras, estaba segura de que Adolfo la consolaría y apoyaría. Entre ella y Verónica, Adolfo seguramente la protegería sin dudarlo. Pero…
Adolfo habló con un tono frío y serio, “Zulma, te lo dije hace dos años, mantente alejada de Verónica, no te pongas en su camino.”
Esa frase hizo que el rostro de Zulma se volviera pálido de inmediato. Miró a Adolfo con una expresión herida y ofendida,
¿Estás diciendo que merezco ser golpeada por Verónica?”
“Solo si no vuelves a presentarte delante de ella.”
Adolfo, después de revisar el informe médico y asegurarse de que todo estaba bien, habló con calma.
“¿Por qué? ¿Quieres decir que tengo que evitarla siempre?”
Zulma no pudo contenerse y perdió el control de sus emociones. Realmente no esperaba que después de ser golpeada de esa manera por Verónica, Adolfo no solo no mostrara preocupación, sino que también la culpara y defendiera a Verónica.
“Los guardaespaldas no son de adorno, si no los apartas, Verónica no tendrá oportunidad de hacerte daño.”
Las palabras de Adolfo dejaron a Zulma sin respuesta. Hoy, en verdad se había puesto en una situación complicada. Sin embargo, escuchar eso de la boca de Adolfo fue realmente doloroso, y su tono también se volvió frío.
“Es un hecho que Verónica me golpeó, no lo dejaré pasar, no retiraré la denuncia.”
Después de todo, ya había llamado a la policía. hecho de que Verónica sería enviada a prisión.
Adolfo defendiera verbalmente a Verónica, eso no cambiaría el
“¿Y qué piensas hacer?” Adolfo le entregó el informe médico a Zulma. Zulma lo tomó inconscientemente. Descubrió que él resultado de la evaluación no mostraba ni lesiones graves ni leves.
“¿Cómo es posible?” Zulma no podía creerlo.
“Zulma, deja de hacer drama, te llevaré a casa para que descanses. Me encargaré de la denuncia.” Adolfo suavizó su tono.com Pero esa frase, “deja de hacer drama“, fue extremadamente hiriente para Zulma. Después de haber sido golpeada tan brutalmente por Verónica, con bofetadas y patadas, él decía que estaba haciendo un drama. Pero, con el informe médico no había manera de acusar a Verónica. Por más frustrada que estuviera, solo podía tragarse su orgullo.
Con los dientes apretados, apenas pudo responder, “Está bien.”
Una vez en el auto, Zulma se sentó en el asiento del copiloto, escuchando a Adolfo llamar a la comisaría. Sabía que, después de esa llamada, el asunto de la golpiza sería olvidado.
¡Había sido golpeada en vano!
Después de llevar a Zulma a casa, Adolfo se fue.
