Capítulo 700
Dionisio se quedó en su lugar, de repente, sintió la necesidad de fumar un cigarrillo después de mucho tiempo. Pero giró la cabeza y vio a Rosana, lo que hizo que suavizara su expresión.
Rosana se encontró con esos ojos oscuros llenos de ira y frustración, por lo que se acercó lentamente: “No pelees más.”
Podría dejar evidencia.
Dionisio finalmente soltó el pie; no debería perder el control así frente a Rosana.
Alonso se levantó del suelo con dificultad, mirándolo con odio: “¡Estás acabado, absolutamente acabado!”
En ese momento, Ángela entró apresuradamente acompañada de varias personas, de inmediato, confiscaron las cámaras y teléfonos de todos los presentes, incluidos los reporteros. Luego miró a esas personas: “Despejen el lugar, asegúrense de borrar todo lo que tengan en sus teléfonos y cámaras.”
Lo que sucedió allí no debía salir a la luz.
Pronto, las personas ajenas fueron retiradas del lugar.
Leonor sostuvo a Alonso mientras se acercaban a Ángela: “¿Se da cuenta de que mi hermano fue herido? Este asunto debe ser llevado a la justicia, debemos hacer que la Empresa del Arce caiga en desgracia.”
Ángela ni siquiera los miró y se dirigió directamente a Dionisio: “¿Era necesario? Es solo competencia comercial, no había necesidad de usar la fuerza, ¿verdad?”
Fue al ver a Dionisio actuar, que Ángela comprendió la importancia que Rosana tenía para él.
Dionisio se arremangó, mostrando su fuerte antebrazo. Su rostro era severo mientras se acercaba a Ángela y, desde arriba, le dijo: “Tu criterio para elegir personas deja mucho que desear, no es de extrañar que hayas estado perdiendo en tus inversiones estos años. Incluso vendiste a Sara y ahora quieres tocar las acciones de tu sobrina.”
El rostro de Ángela se tornó oscuro de inmediato: “Sr. Jurado, cuide su lenguaje.”
“Tienes tres días para cortar lazos con Alonso, o no sé qué podría hacer.”
El tono de Ángela era muy desagradable: “¿Realmente tienes que llevarlo a este extremo, sin dejarle a nadie un camino libre?”
Dionisio miró fijamente a Ángela, su perfil era como hielo frío. “¡Apártate!”
Ángela, rechinando los dientes, se hizo a un lado para dejarle paso.
Al ver eso, Alonso mostró una expresión de sorpresa; ¿Ángela realmente había cedido?
De inmediato, sintió que algo no estaba bien, pero no podía precisar qué.
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Capítulo 700
Leonor no pudo contenerse y preguntó: “Sra. Angela, ¿por qué le teme a un simple médico sin
recursos?”
“Sí, Sra. Ángela, ¿acaso cree que este hombre tiene habilidades de lucha y por eso tiene miedo?” Benito también estaba bastante confundido.
En ese momento, entraron varios hombres de mediana edad en uniforme y el encargado cambió de expresión de inmediato: “Director, ¿qué hace aquí? Lamento que alguien haya causado disturbios, ya llamé a la policía.”
“¡Idiota! ¿Quién te dijo que llamaras a la policía?”
El hombre le dio una bofetada al encargado y luego se acercó a Dionisio con un tono respetuoso: “Sr. Jurado, disculpe, el encargado es nuevo, no lo reconoció y le faltó al respeto.”
El encargado quedó completamente atónito, ¿quién era ese hombre realmente? ¿Dijo Sr. Jurado?
En Nublario, el único Sr. Jurado que recibiría un trato tan respetuoso del Director probablemente era el heredero de la familia Jurado.
Dionisio permaneció en su lugar, su tono era muy calmado: “Solo con una patente de diseño, tu encargado quiso echar a la gente de mi empresa, no sé cuánto soborno recibió para atreverse a hacer eso.”
Claramente, Ángela había preparado todo de antemano para que eso ocurriera.
El rostro del encargado se volvió pálido de inmediato, y rápidamente trató de explicarse: “Todo esto fue organizado por la Sra. Ángela, solo seguí las órdenes de Alonso. No sabía nada sobre la patente.”
“¡Todos ustedes son unos inútiles!” El Director reprendió al responsable con severidad, luego se volvió hacia Dionisio con respeto: “Voy a volver a organizar el evento de lanzamiento de las muestras de hoy. No se filtrará ninguna noticia negativa, ¡puede estar tranquilo!”
“La familia Lines ya ha plagiado las ideas de nuestra empresa antes, y ahora han robado nuestras muestras.” Dionisio miró a Alonso: “Una empresa tan despreciable no merece estar aquí.”
Alonso se enfureció al instante: “i¿Quién demonios eres tú?!”
“¡Él es el presidente del Grupo Jurado!”
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