Capítulo 697
Ella sostenía el teléfono, sintiendo como si el bullicio a su alrededor hubiera desaparecido.
“¿Qué pasa?” La voz de él era tan profunda y magnética como siempre.
Rosana lo pensó un momento antes de hablar: “¿Tienes tiempo ahora? Necesito que me ayudes con algo…”
“Tengo tiempo.” Dionisio no esperó a que ella terminara de hablar, interrumpió la reunión de inmediato y salió. Esa llamada lo sorprendió y estaba un poco nervioso: “¿Dónde estás? Voy para allá enseguida.”
“Hoy es el día de la muestra de intercambio, en el centro de exposiciones y ha surgido un problema, pero no puedo contactar a Óscar, así que solo pude llamarte a ti.”
“Está bien, no te preocupes demasiado, ya voy para allá.” Dionisio miró a las personas que lo seguían mientras colgaba el teléfono: “Tengo que salir de urgencia.”
“Jefe, pero la reunión aún no ha terminado.”
“Tú la puedes dirigir, el precio mínimo de la negociación lo dejamos como acordamos. Si no aceptan, pues nada.” Dicho eso, se dio la vuelta y salió apresuradamente del edificio.
Rosana miró el teléfono colgado, sabiendo que si Dionisio venía, el asunto se resolvería fácilmente. Así que le envió un mensaje a Dionisio, explicándole brevemente lo que había sucedido.
En ese momento no podía alejarse del lugar y no podía investigar si la patente que Alonso mencionó era verdadera o no, pero si Dionisio se encargaba, seguramente lo averiguaría rápido.
Rosana se dio la vuelta y vio a alguien intentando desalojar a sus compañeros.
“¿Qué están haciendo? No toquen nuestras muestras, ¿pueden asumir la responsabilidad si se rompen?” Ella se acercó directamente: “Antes de aclarar las cosas, no tienen derecho a hacer esto.”
“Solo seguimos órdenes, más tarde se tomará una foto grupal aquí. ¿Podrían moverse un poco hacia un lado? De lo contrario, saldrán en la foto.”
El líder del grupo se arremangó, molesto: “Nos invitaron a participar en esta presentación, ¡y antes éramos los mejores! Ahora que nos tratan así, ¡se arrepentirán!”
Rosana sujetó al líder del grupo: “Cálmate, por ahora solo mueve las cosas un poco al lado.”
“Nos están intimidando, se aprovechan de que tienen el respaldo de la familia Chavira para hacer lo que quieren y expulsarnos a propósito.”
“Si, con solo presentar un documento de patente nos expulsan, claramente algo turbio está pasando aquí.” Rosana los miró: “No se apresuren, esperen un poco más.”
13:51
“Rosana, aunque esperen hasta el fin del mundo, no servirá de nada.” Leonor se acercó sonriendo con un ramo de rosas, luego le dio una patada a la muestra: “¿Crees que este tipo de falsificación puede competir con el Grupo Lines?”
Benito también se acercó, caminando lentamente. “Leonor tiene razón, Rosana, te aconsejo que dejes esa empresa de segunda antes de que te afecte a ti también.”
Rosana notó su pierna y chasqueó la lengua: “¿Sientes alguna incomodidad, una sensación
ardiente?”
“¿Qué quieres decir?”
Benito la miró con desconfianza, ¿cómo sabía Rosana cómo se sentía?
Ella sonrió: “La sensación ardiente indica que estás sangrando, mejor revisalo.”
Benito no pudo evitar mirarse la pierna, pero Leonor lo detuvo y habló con cautela: “No le creas a Rosana, si los periodistas te ven haciendo eso, los comentaros serán negativos.”
Benito desistió de revisarse, pero la incomodidad en su pierna persistía y el dolor comenzaba a intensificarse, así que miró a Leonor: “Creo que necesito descansar un poco.”
“Pronto tomaremos la foto grupal y daremos las entrevistas, aguanta un poco más, no podemos irnos ahora.”
