Capítulo 650
La familia Lines siempre había tenido la costumbre de hacer las cosas a su antojo, sin siquiera preguntar si los demás estaban de acuerdo o necesitaban de sus “arreglos“.
Empujando un pastel, Alonso se acercó a Sara, mientras Ángela, con una sonrisa, comentó: “No importa qué problemas haya entre ustedes dos, deberían tratar de resolverlos. Mira, el señor Lines ha tenido el detalle de prepararte todas estas sorpresas.”
Mirando el pastel delante de ella, Sara se sintió moralmente secuestrada.
Pasándole el cuchillo para cortar el pastel, Ángela le susurró: “Puedes ser todo lo caprichosa que quieras pero, ¿acaso no te importan tu madre y tu hermano que están lejos? Tu hermano aún necesita mucho dinero para su tratamiento.”
El rostro de Sara se tornó pálido al instante; estaba claro que su tía estaba amenazándola.
Tampoco es que ellos careciera de recursos, pero nadie daba un paso al frente y el control de la compañía ya estaba en manos de su tía.
Rosana, que estaba a un lado, escuchó claramente lo que dijo Ángela y se sintió muy indignada, claramente eso era una intimidación.
Con determinación, Sara tomó el cuchillo y al cortar el pastel, reveló una caja roja.
Alonso abrió la caja, sacó un anillo y se arrodilló: “Sara, sé que me falta mucho por mejorar, pero espero que me des una oportunidad. Prometo darte un hogar feliz en el futuro.”
Apoyándolo, Ángela agregó: “Mira, él está realmente comprometido en pedirte matrimonio, ha preparado todo esto durante mucho tiempo. Dile que sí.”
“Dile que sí, dile que sí, dile que sí.” La multitud comenzó a animar, mientras Alonso, sosteniendo el anillo, miraba a Sara con un rostro lleno de amor.
Al presenciar esa escena, Rosana sintió que era extremadamente hipócrita. En su vida pasada, Alonso y Sara se comprometieron, gracias a la familia Chavira, él logró establecerse en Nublario, pero no quería ni imaginar el destino de su amiga después de ser utilizada. Siendo un hombre tan orgulloso, ¿Alonso realmente aceptaría tener una esposa con discapacidad?
Mientras pensaba en eso, echó un vistazo hacia un lugar específico. De repente, una imagen apareció en la gran pantalla: era una pareja joven abrazándose apasionadamente, todavía vestidos, pero casi al límite. Rosana observó cómo Leonor, con su vestido levantado hasta el
muslo, se sentaba sobre Melvin, moviéndose intensamente.
La aparición de ese video explosivo capturó la atención de todos.
Al ver a Leonor, Alonso se puso pálido de ira y trató de llamarla de inmediato, pero nadie respondió. Mientras tanto, con el rostro sonrojado, Leonor se aferraba al cuello de Melvin, aumentando el volumen de sus gemidos.
En ese momento, Alonso deseaba acabar con Leonor; esa mujer fácil y despreciable. Todo el
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escenario que había preparado cuidadosamente, fue arruinado por esa escena.
Pálida, Ángela gritó: “¿Qué esperan? ¡Apaguen esa pantalla!”
La pantalla se apagó, pero la gente seguía hablando con interés sobre el video que acababan de ver.
Mirando a Alonso, Ángela exclamó: “¡Qué gran educación tiene la familia Lines!”
Furioso, Alonso se giró hacia Benito y le gritó: “¿Dónde está Leonor? ¿No estaba contigo hace un momento?”
“Ella dijo que iba al baño, ¿cómo pudo haber pasado esto?” Con los ojos rojos de ira, Benito exclamó: “Alonso, tenemos que encontrarlos. ¡Voy a matar a ese amante!”
¿Cómo se atrevía a acostarse con su mujer? ¡Firmó su sentencia de muerte!
Entonces, Leonor apareció, fresca como una lechuga, con una voz ligeramente coqueta, dijo: “Alonso, ¿para qué me llamabas?”
Él se acercó y le propinó una bofetada.