Capítulo 644
Desde un lado, Ángela se dio cuenta de inmediato del pequeño truco y dijo con tono sereno: “Señorita Lines, ya que estas dispuesta a que lo revisemos, mejor dámelo a mí, lo haré frente a
todos.”
Sin embargo, Rosana la miró fijamente: “Entonces Sra. Ángela, ¿eso significa que ha aceptado que, si esto no tiene nada que ver conmigo, Lourdes tendrá que disculparse públicamente por su difamación?”
Ángela se detuvo un momento ante esa pregunta, Rosana era realmente confrontativa.
Al ver eso, Alonso intervino: “Rosana, estás siendo demasiado irrespetuosa. La Sra. Ángela se está ofreciendo a revisar tu bolso para evitar que pases vergüenza.”
“Si, Rosana, al postergar la revisión solo vas a levantar sospechas.” Con una sonrisa traviesa, Leonor añadió más leña al fuego.
Tenía que hacer que Rosana quedara mal, así Alonso nunca volvería a mirarla con buenos ojos.
Eso sería un alivio.
Benito fue aún más directo y exclamó en voz alta: “Rosana, desde pequeña robabas cosas en casa, y ahora vienes a robar a una fiesta. Has hecho que nuestra familia pase vergüenza.”
Al escuchar eso, todos alrededor se quedaron atónitos. Cuando Rosana miró a Benito, su mirada también mostró sorpresa, ¡no esperaba que él la traicionara en ese momento!
Alonso se volteó y reprendió a Benito: “¿Estás loco? Rosana nunca robó cuando era pequeña.”
Aunque no le gustaba Rosana, ese tipo de acusaciones no se podían hacer a la ligera.
Pero Benito no se contuvo y se adelantó para arrebatar el bolso de mano de Rosana: “Eres una necia, vamos a ver si tienes algo robado en tu bolso.”
Después de abrir el bolso, sacó una pulsera de esmeraldas.
Al ver la pulsera, su cara mostró su emoción y la levantó muy alto: “Rosana, ¿todavía dices que no has robado nada? Esta es el evidencia, ¿qué más tienes que decir?”
Todos a su alrededor se quedaron boquiabiertos.
Alonso miró la pulsera sorprendido, luego se volvió hacia Rosana con una pregunta: “¿Qué es esto? Acababa de defenderte, pensé que no eras ese tipo de persona, ¡me has decepcionado
mucho!”
Al ver la pulsera, Alonso se sintió avergonzado. Definitivamente no podía permitir que Rosana avergonzara a la familia Lines justo cuando Ángela estaba a punto de revelar su compromiso.
Leonor la miró con satisfacción: “Rosana, sé que es la primera vez que asistes a una fiesta como esta, ¿cómo pudiste robar algo?”
Lourdes alzó la voz: “Los campesinos siempre serán campesinos, nunca estarán a la altura.”
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Al ver esa escena, Ángela finalmente habló con calma: “Señor Alonso, esto es un asunto de su familia, ¿cómo le gustaría manejarlo?”
“Para ser honesto, Rosana se ha desvinculado de nuestra familia desde hace tiempo, ahora ella no se considera parte de la familia Lines. Incluso hoy, vino como invitada de la Señorita Chavira, no es mi acompañante.”
Alonso definitivamente no quería tener nada que ver con Rosana.
Al escuchar esas palabras, Rosana no se sorprendió en lo más mínimo, siempre supo que Alonso solo tenía intereses en mente.
Ángela miró a Rosana, notando que se mantenía calmada incluso en esa situación, lo que le causó cierta incomodidad: “Señorita Lines, ahora que hemos encontrado la pulsera, ¿tienes algo que decir?”
Aunque sabía que era una trampa, si pudiera manchar la reputación de Rosana, la familia Montes le debería un favor.
Rosana respondió directamente: “Realmente no tengo nada que decir, pero en estos casos, ¿cómo suelen proceder ustedes?”
Lourdes no pudo ocultar su triunfo: “Pues, por supuesto que llamamos a la policía. Esta pulsera vale millones, lo suficiente para que pases unos años en la cárcel.”
Si Rosana fuera a prisión, la familia Jurado definitivamente no permitiría que ese tipo de mujer cruzara su puerta, menos aún, aceptarían que estuviese con Dionisio.
Alonso se acercó y puso sus manos sobre los hombros de Rosana: “¿Qué esperas para disculparte con Lourdes? ¿Acaso quieres terminar en prisión?”
Lo último que quería era tener una hermana tras las rejas.
Rosana sonrió fríamente, sus labios rojos apenas se movían: “Es cierto que quien comete un error debe pagar un precio, pero la que debería ir a prisión no soy yo, sino Lourdes.”
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