Capítulo 623
Rosana pronunció esas palabras de una manera que evidentemente no le dejaba espacio a Keira para replicar.
El joven a su lado intervino de inmediato: “¿Cómo puedes ser tan insensible? La Srta. Montes te está ofreciendo una oportunidad y, ¿tienes el descaro de rechazarla?”
“¿Qué? ¿Acaso todos tenemos que ser aduladores como tú?”
El enojo se apoderó del joven: “¿Quién te crees que eres? ¿Piensas que durmiendo unas cuantas veces con el Sr. Dionisio vas a ascender socialmente? La Srta. Montes es la que tiene un compromiso con el Sr. Dionisio. ¡Tú no eres más que la otra!”
“¡Cállate!” Dionisio lanzó un puñetazo con fuerza y decisión. Luego, con una mirada fría, advirtió: “Lo diré una vez más, formalmente, nunca ha habido ningún compromiso entre la Srta. Montes y yo. Si alguien vuelve a esparcir rumores, que no me culpen por ser descortés.”
Un silencio sepulcral invadió el lugar.
Keira apenas podía sostener su copa, creyendo que Dionisio defendería su honor, dado que habían crecido juntos, jamás imaginó que aclararía públicamente la falta de compromiso, dejándola en ridículo ante todos. ¿Por qué haría algo así?
Con los ojos llenos de lágrimas, lo miró: “Dionisio.”
Con el rostro impasible, él respondió; “Te advertí desde hace tiempo que aclararas este asunto, para evitar malentendidos con mi novia.”
Parada a su lado, Rosana escuchó su voz severa y baja. Alzó la vista y vio a Keira, cuyos ojos rojos contrastaban con la actitud dominante que había mostrado en el café, pretendiendo ser la principal afectada en un triángulo amoroso. Si de actuar se trataba, la Srta. Montes era definitivamente la mejor.
Notando la mirada de Rosana, Keira dijo de forma avergonzada: “¿Estás contenta ahora?”
“Qué irónico, Dionisio y tú nunca estuvieron comprometidos. Además, yo no empecé esos rumores ni los aclaré, ¿qué tengo que ver con esto?”
“Si tú no hubieras aparecido, nada de esto habría pasado entre él y yo.” Quizás el rumor del compromiso podría haberse vuelto realidad, pero con la llegada de Rosana, todas las esperanzas y fantasías de Keira se desvanecieron.
Rosana, cansada de las acusaciones infundadas, replicó: “Si Dionisio no te quiere, ¿qué culpa tengo yo? Deberías preguntarle a él, no a mí: ¿Estás loca?”
El joven se adelantó de inmediato: “¿Por qué hablas así?”
Dionisio se puso frente a Rosana, su mirada estaba cargada de advertencia: “Ella tiene razón, aunque ella no estuviera, yo no me habría comprometido con Keira.”
La copa en las manos de Keira cayó al suelo, destrozando su imagen de elegancia y
1/2
16:47
Capitulo 623
compostura.
Rosana observó las reacciones en la habitación, llenas de sorpresa e incredulidad. Pero solo sabía que, al escuchar esas palabras, su corazón latía aceleradamente.
Dionisio se mantuvo frente a ella, escudándola de las miradas curiosas y Rosana bajó la vista, incapaz de oír nada más, con la mente fija en sus palabras.
La voz de Keira se escuchó entre sollozos: “Dionisio.”
Con una mirada seria, él respondió: “Te lo advertí.”
“¿Todo esto es por Rosana? ¿Ahora quieres distanciarte de mí?” Keira siempre había tenido una vida fácil y no supo cómo reaccionar al momento.
“Cuando mi abuela se enfermó y perdí mi teléfono, tú me ayudaste a recuperarlo. Pero nunca debiste haber contestado esa llamada, causando un malentendido con mi novia.” Dionisio había estado muy pendiente de Rosana últimamente, sin tiempo para preocuparse por Keira. Ahora que se habían encontrado, era momento de aclarar las cosas.
Sorprendida, Rosana levantó la vista, consciente del murmullo que los rodeaba, no deseaba ser el centro de atención y susurró: “Ya basta, hay mucha gente aquí.”
Sintiéndose vulnerada, Keira exclamó: “¡Rosana, no estás en posición de compadecerte de mí!”
C
