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Capítulo 596
No era de extrañar que en aquel momento, Flora ni siquiera la saludara.
Rosana se secó las lágrimas: “Pero esa noche, no respondiste a mis mensajes y cuando te llamé, fue Keira quien contestó.”
Si realmente no pasaba nada entre ellos, ¿por qué Keira tenía su teléfono?
Dionisio recapacitó un momento: “Estaba apurado llevando a mi abuela al hospital, seguramente perdí el teléfono allí y fue ella quien lo recogió, pero no sabía que había contestado tu llamada, tampoco me lo mencionó.”
“¿Cómo quieres que crea en tus palabras?” Rosana lo miró tranquilamente, aunque con el corazón aún dolido. “Nunca he dudado de ti, pero me has mentido todo este tiempo y una vez que la confianza se derrumba, ya no hay vuelta atrás.”
“Rosana, no es así, no quise ocultarte mi identidad a propósito.”
“Ah, ¿entonces por qué lo hiciste?” Ella quería saber la razón.
Dionisio la miró, incapaz de revelar el asunto del accidente de años atrás. Rosana había dicho qué odiaba al responsable del accidente, así como a la persona en el asiento trasero.
En ese momento, él sintió lo que era un corazón desgarrado; su abuela tenía razón, debió haberlo explicado todo desde el principio. Ahora, realmente no podía decirlo, porque no quería perderla, sintió como si hubiera llegado a un callejón sin salida, queriendo retroceder, pero sin
encontrar el camino.
Rosana lo miró: “Dime, ¿cuál es la razón?”
Pero el hombre frente a ella cayó en silencio.
La mirada de Rosana se llenó de autodesprecio, pensando en adivinar la razón; debido a las diferencias entre sus orígenes, él había ocultado su identidad.
¿Entonces, qué significaba todo el tiempo que habían pasado juntos?
Rosana tomó los guantes de boxeo que tenía al lado y se los ofreció: “Toma, esto es tuyo, junto con las cosas que enviaste a mi dormitorio, también te las devolveré.”
Dionisio miró los guantes de boxeo rojos, pero no los tomó. Ella simplemente los soltó y los guantes de boxeo cayeron al suelo.
Dionisio bajó la vista hacia los guantes caídos, el rojo brillante era algo deslumbrante; dio un paso adelante intentando tomar la mano de Rosana, pero ella se apartó.
Con voz ronca, él dijo: “Este asunto es mi culpa, pero no quiero romper.”
La mirada de Rosana era especialmente tranquila: “Una relación basada en mentiras es demasiado frágil. Me enamoré del Dr. Jurado, no del heredero de la familia Jurado.”
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Capitulo 596
Al encontrarse con sus ojos, Dionisio se sintió atrapado en una red de la que no podía escapar y su corazón se hundió; conocía a Rosana, aunque normalmente parecía de carácter suave, era
difícil cambiar su decisión una vez tomada.
Ella retrocedió unos pasos: “Dionisio, esto es todo para nosotros.”
“No, no estoy de acuerdo.”
“No arruines los recuerdos que compartimos. Sabes bien que no podemos continuar, porque tu identidad solo me traerá problemas sin fin y solo quiero una vida tranquila.” Rosana se giró y dejó el ring de boxeo, en el momento en que se volvió, las lágrimas brotaron como la lluvia.
Había preparado todo lo que quería decirle, pero al final, casi no pudo hablar.
Nunca olvidaría el momento en que Keira la citó en la cafetería. No sabía qué más podría estar ocultandole Dionisio, además de eso, pero no quería apostar, tampoco quería seguir sufriendo.
Separarse era la mejor decisión.
“¡Rosana, espera!” Dionisio la siguió, pero al bajar del ring de boxeo, tropezó accidentalmente.
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