Capítulo 587
Rosana se quedó paralizada: “¿Mi novio?”
Recordó que nunca había llevado a Dionisio a conocer a sus compañeros de clase.
Marina asintió: “Anoche, después de cenar y al volver a la escuela, un hombre muy guapo dijo que era tu novio, pero como nunca lo habíamos visto, no lo dejamos ayudarte.”
“¿Y cómo estaban seguros de que era mi novio?”
“Lo supusimos, algunos compañeros lo vieron esta mañana cerca del coche, es muy guapo, es imposible no reconocerlo.”
Marina le pasó su celular: “Tomaron esta foto a escondidas, ¿es tu novio?”
Rosana reconoció a Dionisio de inmediato, y su expresión se tornó algo incómoda: “¿De verdad estuvo esperando fuera de la escuela toda la noche?”
“Lleva la misma ropa de ayer, se nota que no había ido a casa en toda la noche. Ayer, cuando te trajimos al dormitorio, nos siguió todo el camino.”
Rosana se quedó sin palabras al oír eso.
“Es normal que las parejas discutan, deberías darle una oportunidad para explicarse.”
Aunque Marina nunca había tenido una relación, pensaba que debían hablar las cosas.
Rosana mostró una sonrisa burlona: “Hay cosas que las explicaciones no pueden resolver.”
Todavía no sabía cómo enfrentar a Dionisio, cómo enfrentar su verdadera identidad.
“¿Y qué hizo para enojarte?”
“Descubrí que me mintió.” Rosana continuó con desdén: “No he querido hablarle porque todavía no sé qué hacer al respecto.”
De repente, su nueva compañera de habitación, Sara Chavira, intervino. “¿Piensas perdonarlo o terminar con él?”
Rosana la miró sorprendida, ya que Sara normalmente no interactuaba mucho con ellas.
Sara parecía incómoda: “También descubrí que mi prometido me ha mentido.”
Rosana frunció el ceño, ¿Sara se refería a Alonso?
Marina preguntó ansiosa: “Sara, ¿tu prometido también te mintió? ¿Acaso las han engañado?”
Rosana y Sara cayeron en un silencio simultáneo.
Rosana pensó en lo de Dionisio y Keira. ¿Ella era realmente la “otra“?
Luego, miró a Sara: “¿Realmente conoces a tu prometido?”
‘La verdad es que tampoco somos tan cercanos, fue un arreglo familiar, como saben, tengo
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una discapacidad. Aunque mi familia es acomodada, los chicos en el mismo estatus, no se fijarían en alguien como yo.”
Sara parecía haber estado guardando eso por mucho tiempo, y continuó: “Desde pequeña no tuve muchos amigos, solo se acercaban por arreglos de mis padres, mucho menos novios.”
Rosana frunció el ceño: “¿Pero te gusta tu prometido?”
“No sé si es amor, pero él es muy bueno conmigo. Después de todo, alguien como yo no puede aspirar a más, si lo digo, solo seré motivo de burla.”
Había un tono de auto–desprecio en las palabras de Sara.
Rosana no esperaba que la relación entre Sara y Alonso fuera así.
Probablemente, lo del sabotaje a su anuncio a la prensa, fue idea de Sara, desde entonces, había pensado que la relación entre Sara y Alonso era buena.
Marina no podía soportarlo más: “Sara, no tienes que sentirte tan mal contigo misma, he escuchado que eres muy buena en tus estudios de periodismo y tienes buena posición económica. No necesitas casarte para ser feliz, si ese hombre no es bueno contigo, entonces
encuentra a otro.”
Sara bajó la cabeza: “Pero es un arreglo de mi familia, dicen que casarme con un buen hombre es la única manera de asegurar mi futuro.”
“Te están manipulando, ya no estamos en la época antigua, si tienes un trabajo y puedes ganar dinero, puedes vivir bien.”
Marina habló con pasión, deseando sacar todo el auto–desprecio de la cabeza de Sara.
Rosana finalmente no pudo resistirse a decir: “Confía en tu intuición, si sientes que esta relación ya no te hace bien, entonces debes tomar una decisión.”
Sara la miró: “¿Y tú qué harás?”
Ella se sumió en el silencio, después de un rato respondió: “Lo mismo, al fin y al cabo, no es que no pueda vivir sin un hombre, si terminamos, seguiré siendo yo.”
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