Capítulo 586
Por supuesto, Flora no le contaría a Keira lo que había pasado en aquel accidente.
Keira asintió, aunque sabía que Flora no le estaba diciendo toda la verdad, por instinto, sintió que definitivamente tenía que ver con Rosana.
Pero hasta el momento, no había encontrado ninguna razón que justificara el trato de Flora hacia esa chica, sin embargo, su intuición le decía que tenía que ser algo importante, si no, Dionisio no tendría esa expresión.
Después de clases, Rosana se pasó la tarde en el club jugando videojuegos, demostrando una habilidad particularmente feroz cuando se trataba de derrotar a sus oponentes. Los miembros del club percibieron que no estaba de buen humor y nadie se atrevía a bromear con ella.
Marina se acercó sigilosamente a preguntarle: “Capitana, ¿qué te pasa?”
“No es nada, esta noche invitaré a todos a cenar.”
Rosana intentó forzar una sonrisa, pretendiendo actuar como si nada pasara, pero todos podían notar su mal humor.
Durante la cena, recibió un mensaje de Dionisio preguntándole qué quería comer esa noche.
Ella lo miró y respondió sin expresión: [Esta noche tengo una cena con el equipo, no puedo ir.]
En ese momento, Dionisio estaba en su coche, viendo la respuesta de Rosana, sintió cómo la inquietud crecía en su interior. Intentó llamarla, pero no le respondió.
Continuó enviando mensajes: [¿Dónde van a cenar? Tengo algo para ti.]
Pero el mensaje fue como lanzar una piedra al mar, sin obtener respuesta.
Dionisio se ajustó la corbata y bajó la ventana para sentir el aire fresco del exterior, seguramente Rosana estaba enojada.
Del otro lado, Rosana miró el mensaje en su teléfono y decidió no responder, pero quiso beber más alcohol, y Marina la detuvo: “No bebas tanto, cuidado con emborracharte.”
En ese momento, ella quería beber.
Después de la cena, Rosana caminaba tambaleándose, así que Marina rápidamente la sostuvo: “Ten cuidado.”
Amir se acercó: “Déjame llevarla en mi espalda, no puedes sostenerla así, apenas puede caminar, podría caerse.”
Marina dudó un momento, pero finalmente asintió.
El grupo cuidaba de Rosana, que estaba ebria, mientras cruzaban la calle.
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Capitulo 556
De repente, un hombre extraordinariamente guapo bajó de un lujoso coche y camínó hacia ellos con el rostro serio, su mirada se fijó en Rosana.
Dionisio frunció el ceño: “¿No te dije que no bebieras tanto cuando estás fuera? Te llevaré a
casa.”
Amir dio un paso atrás: “¿Y tú quién eres?”
El semblante de Dionisio se tornó desagradable; “Soy su novio.”
Los compañeros se miraron entre sí, ninguno había visto antes al novio de la capitana.
Marina dio un paso al frente: “Lo siento, pero no te hemos visto antes y no podemos confirmar quién eres, así que no podemos dejarte llevar a la capitana.”
Dionisio tocó la cara de Rosana: “Despierta, diles quién soy.”
Entre brumas, Rosana abrió los ojos y al ver al hombre frente a ella, dijo con rencor: “¡No te
conozco!”
La expresión de Dionisio se oscureció al instante: “Rosana, esa broma no tiene gracia.”
Marina intervino con firmeza: “Rosana está borracha, quizás no sabe lo que dice, pero soy su compañera de cuarto y la llevaré a salvo al dormitorio. Cualquier cosa, pueden hablar mañana cuando esté sobria.”
Dionisio finalmente cedió, conteniendo sus palabras, pero los siguió a la distancia hasta asegurarse de que Rosana entraba al dormitorio, solo entonces apartó la mirada.
Sintiéndose impotente, buscó en internet: “¿Qué hacer si no respondí a tiempo el mensaje de mi novia y ahora está enojada conmigo?”
Memorizó todas las formas de disculparse y de hacer las paces que encontró.
Al día siguiente, cuando Rosana despertó, solo sentía un fuerte dolor de cabeza.
“Por fin despertaste.”
Giró la cabeza para ver a Marina y bostezó mientras se sentaba: “Me pasé de tragos anoche, ¿verdad?”
“Rosana, ¿tuviste una pelea con tu novio?”
Ella pausó un momento: “¿Qué dije anoche estando borracha?”
“No dijiste nada malo, pero parece que tu novio estuvo esperando afuera de la escuela toda la noche.”
