Capítulo 557
Rosana volvió la mirada hacia la puerta y sus pupilas se contrajeron. Era Benito, no podía ser, ¡había regresado!
Recordó que, en su vida anterior, Benito siempre se había quedado en el laboratorio de Román, ayudándolo con los asuntos de la compañía farmacéutica.
Al ver al hombre en silla de ruedas, Leonor se llenó de alegría y corrió hacia él, lanzándose a sus brazos: “Benito, por fin has vuelto.”
“Sí, ahora que he vuelto, nadie podrá hacerte daño.”
Benito la abrazó, mirándola con una ternura infinita.
Leonor dijo con voz melosa: “Benito, ahora solo te tengo a ti.”
Después de consolar a Leonor por un momento, Benito maniobró su silla de ruedas hacia el salón, dirigiéndose directamente hacia Rosana con una expresión seria: “¿Qué fue que lo me prometiste antes?”
Rosana se quedó sorprendida por un momento, luego recordó a qué se refería, ella le había prometido a Benito que se llevaría bien con Leonor, que cuidaría de ella.
Rosana soltó una risa, sus ojos llenos de frialdad: “En ese momento, realmente estaba fuera de
mí.”
“Rosana, me debes una vida, me debes una pierna.” Benito la reprendió: “A menos que te conviertas en discapacitada como yo, me deberás por el resto de tu vida.”
Rosana sintió como si algo le hubiera atravesado el corazón con fuerza, pero rápidamente, ajustó su ánimo: “¿Estás confundido? En aquel momento, tu pierna tuvo que ser amputada porque el laboratorio se incendió y al final no quedó otra opción. ¿Por qué te debo una pierna?” “Pero en aquel momento, mi pierna realmente podría haberse salvado, fuiste tú quien le dijo al doctor que la amputara y por eso quedé discapacitado. Ahora que Román ha desarrollado una medicina especial, si hubiera conservado mi pierna, podría haberla curado.”
Rosana solo sintió que eso era ridículo. Cuando Benito fue llevado al hospital, solo estaban presentes Leonor y ella, los demás hermanos no pudieron llegar. Entonces, el doctor le preguntó si optaba por la amputación, ya que la pierna del paciente no se podía salvar y había riesgo de vida. Por lo que, ella eligió la amputación para salvarle la vida, jamás imaginó que ahora todo le echaría la culpa.
Rosana finalmente entendió por qué no le gustaba a Benito, ¿así que estaba resentido con ella por haber causado su amputación?
Con una mirada fría, Rosana replicó: “Si en aquel momento no hubiera elegido la amputación, ahora la hierba creciendo sobre tu tumba tendría varios metros de alto y si quisieras encontrarme, solo podrías hacerlo como un fantasma.”
1/2
22.10
Capitulo 557
“Rosana, ¿realmente no te arrepientes? Benito se enfureció y su rostro se torno rojo, no esperaba que Rosana incluso se negara a admitir su error
Leonor intervino rápidamente: “Benito, no té enojes tanto, eso puede dañar tu salud.”
Al oír las palabras de Leonor, Benito se calmó un poco y la miro: “Tú dime, también estabas alli ¿Rosana tomó la decisión de hacerme amputar por su cuenta?”
Leonor bajo la mirada: “Si, en aquel momento, al vernos como niñas, el doctor siempre pedia que viniera un familiar para tomar la decisión. Nunca pensé que Rosana decidiría por su cuenta y firmaria el consentimiento para la operación.”
Sintiéndose justificado, Benito dijo: “Rosana, ¿ves? ¿Te he acusado injustamente?”
Con una sonrisa fría en sus labios, ella replicó: “Eso fue porque nadie podía llegar a tiempo y el doctor dijo que, si no se tomaba una decisión pronto, morirías por exceso de pérdida de sangre. Alonso también sabía de esto, ¿no?”
Lo hizo para salvar la vida de Benito.
Ella miró a Alonso: “En aquel momento, el doctor te llamó para informarte, ¿verdad?”
La expresión de Alonso se tornó algo incómoda: “Es cierto, pero también dije que esperarán a que yo llegara para decidir. ¿De dónde sacaste el valor para firmar la autorización de amputación?”
*Su vida estaba en juego! Cuando se tomó la decisión de llamarte, ini siquiera contestaste el
teléfono!”
