Capítulo 519
Cuando Rosana sacó su celular, reinó un silencio absoluto en el lugar.
Temblando de miedo, Leonor se volvió hacia su hermano mayor: “Alonso, quiero descansar, no soporto estar aquí viendo a ese hombre asqueroso“.
“Espera un momento, no hay prisa“. Gerardo bloqueó el paso de Leonor: “¿Acaso no estabas muy segura de tus acusaciones hace un momento? ¿Ahora te sientes culpable y quieres huir? ¿Acaso pensabas condenar a Rosana y ahora que sabes de la existencia del video quieres escapar?”
Los ojos de Leonor titilaban inseguros: “La verdad es muy clara, yo soy la víctima aquí, ¿acaso Rosana no está ilesa? ¿Por qué persisten en culparme?”
Rosana reprodujo el video y a pesar de la luz tenue, se veía claramente: el mayordomo estaba
encima de Leonor.
Alonso desvió la mirada: “Sube el volumen“.
Después de todo, como su hermano, no era apropiado para él presenciar ese tipo de situaciones.
Pronto se oyó la voz del mayordomo, maldiciendo: “¿Qué más da si eres la dueña de la casa? Igual acabaste en mi cama, ¿quién te mandó ofender a la Srta. Leonor? Te aseguro que no la pasarás bien…”
Al oír eso, Julio le propinó una bofetada a Leonor: “¿Qué más tienes que decir? ¿Cómo puedes ser tan malvada?”
Julio nunca imaginó que Leonor sería capaz de ordenar a un hombre cometer tal acto y menos al mayordomo. ¿Cómo se atrevía Leonor a hacer algo así, después de ser adoptada por su familia?
Gerardo confrontó a Alonso: “Ahora que la verdad ha salido a la luz, ¿puedes negarlo? Todo esto fue instigado por Leonor, ¡así es como es ella!”
Alonso sintió que había recibido un golpe y levantó la vista hacia Rosana, con una mirada llena de remordimiento, sin saber qué decir.
En ese momento, el mayordomo habló fuerte: “Yo… yo estaba borracho y dije tonterías, todo fue idea mía, nadie me mandó. Actué así solo porque la señorita quería despedirme, no me resigné, y quise vengarme“.
El mayordomo asumió toda la responsabilidad y al oír esas palabras, Leonor finalmente respiró aliviada, ya no tenía nada que ver con ella.
Tratando de parecer víctima, Leonor lloró: “Alonso, sé que Rosana siempre me ha despreciado, pero nunca he tenido malas intenciones hacia ella, jamás haría algo tan cruel. Además, al final, yo soy la víctima aquí“.
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Capítulo 519
Con cierta debilidad, Alonso ayudó a Leonor a levantarse: “Sé que no eres así“.
Gerardo bufó con desdén: “Leonor, esto es a lo que se le dice tomar una cucharada de tu propia medicina, ¡lo tienes bien merecido!”
“¡Basta! ¿No ven que Leonor también está sufriendo?” Alonso dio una patada al mayordomo: “Encierrenlo en el sótano, mañana lo llevaremos a la estación de policía“.
Con tono sarcástico, Rosana sugirió: “Mejor llamemos a la policía ahora, Leonor dijo que había algo malo con la leche que le di, ¿por qué no le hacemos un análisis de sangre ahora mismo para ver si realmente estaba mal?”
Leonor se asustó, porque no había bebido la leche supuestamente adulterada. Rápidamente, dijo: “Alonso, mejor no llamemos a la policía por ahora, temo que afecte la reputación de la familia, no quiero que esto se haga público“.
Si la policía descubría algo, estaría en problemas.
Alonso asintió: “Leonor, tienes razón, eres muy considerada. Por ahora, vuelve a tu habitación, toma un baño y descansa, mañana hablaremos“.
“Espera, ¿quién dijo que puedes irte?” Rosana no podía creer que, a pesar de tener pruebas tan claras, Alonso todavía intentara proteger a Leonor.
Alonso se acercó a ella y con un tono autoritario, dijo: “Ya basta, tú pudiste haber evitado todo esto, pero elegiste quedarte mirando cómo el mayordomo abusaba de Leonor. ¿Y crees que
tienes la razón?”
Rosana levantó la vista: “Esto es simplemente el karma, ella se lo merece.”
En el fondo, todos sabían la verdad.
Lleno de ira, Alonso levantó su mano con la intención de golpearla, pero Rosana lo detuvo con un movimiento rápido, su tono era helado: “¿Qué pasa, acaso dije algo incorrecto? ¿Te atreves a decir que no sabes exactamente qué está pasando aquí? ¿Y aun así proteges a Leonor?”
La expresión de Alonso cambió ligeramente, de cualquier manera, ese asunto no podía salir a
la luz.
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“Pero, ¿no es cierto que Leonor está sufriendo ahora? Dejemos el asunto así, Rosana, borra el video de tu celular de inmediato.”
“Imposible, no voy a borrarlo, si voy a recibir una sorpresa así, el primer día de mi regreso, definitivamente voy a investigarlo hasta el final.”
“¿Y qué es lo que quieres? Escuchaste que esto no tiene nada que ver con Leonor, el mayordomo asumió toda la responsabilidad, ¡incluso si llamas a la policía, no servirá de nada!” Las palabras de Alonso llevaban un tono amenazante.
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