Renacer sin Perdón Novela 515

Capítulo 515 

Leonor se quedó helada cuando una voz fría le llegó desde atrás. Al girarse, vio a Rosana parada en la puerta. 

Rosana avanzó lentamente hacia el interior y mirando a Leonor, inquirió: “¿Así que querías verme muerta?” 

“Rosana, ¿cómo llegaste aquí? Lo que escuchaste antes, no era sobre ti.” 

Aterrorizada hasta sudar frío, Leonor pensaba para sí: ¿Cómo es que esa desgraciada no se había quedado dormida después de tomar leche? 

Con una sonrisa fría, Rosana se acercó y dejó inconsciente a Leonor de un golpe. Estaba curiosa por saber qué es lo que había planeado para ella y sin esfuerzo alguno, llevó a Leonor de vuelta a su habitación y tras pensarlo un poco, la dejó en su cama, luego apagó la luz a propósito. 

Escondida en el baño, Rosana estaba ansiosa por ver lo que sucedería a continuación. El tiempo pasó lentamente hasta que la puerta del dormitorio se abrió suavemente y la silueta de un hombre se deslizó hacia el interior. 

El mayordomo, completamente ebrio y sosteniendo una botella de licor, se acercó sigilosamente a la cama. Al ver a una chica dormida, empezó a desvestirla y se abalanzó 

sobre ella con besos y caricias. 

Maldiciendo, el mayordomo espetó: “Perra, ¿querías insultarme y echarme? Ahora me tendrás encima, ¿qué importa que seas una señorita de alta sociedad? No eres más que basura…” 

Escuchando los insultos del mayordomo, Rosana sonrió fríamente, parece que ese era el plan de Leonor. Definitivamente, se había tomado muchas molestias, pero ese espectáculo debía ser protagonizado por ella misma. Rosana no podía evitar preguntarse cómo reaccionaría Leonor al enterarse. 

Pronto, el silencio del dormitorio se rompió con sonidos de gemidos, mezclados con los insultos del mayordomo, hasta que de repente, la puerta se abrió de golpe. 

Julio entró precipitadamente, encendiendo la luz, y al ver a los dos en la cama, estalló en furia: “¿Qué crees que estás haciendo, mayordomo?” 

Borracho, el mayordomo se encogió al ver a Julio, no obstante, envalentonado por el alcohol, balbuceó: “La señorita me dijo que me iría mañana, pero que viniera a su habitación, que tenía algo que decirme.” 

“¡Desgraciado! Mi hermana no es alguien que puedas tocar, ¡te mataré!” 

Con los ojos inyectados en sangre, Julio estaba decidido a acabar con el mayordomo por atreverse a hacerle eso a Rosana, por lo que lo golpeó repetidamente. 

Golpeado en el suelo, el mayordomo balbuceaba borracho: “Fue la señorita quien me sedujo, ella me sedujo…” 

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Capitulo 515 

Sin contenerse, Julio golpeó al mayordomo en la cara hasta dejarlo ensangrentado. Pronto, Alonso y Gerardo también llegaron y al oler el peculiar aroma del cuarto, sus rostros cambiaron instantáneamente. 

Furioso, Gerardo levantó al mayordomo exigiendo: “¿Quién demonios te dio permiso para tocarla?” 

El mayordomo, con la cara ensangrentada, esbozó una sonrisa burlona antes de desmayarse. 

Lleno de ira, Gerardo lo arrojó al suelo y le propinó varias patadas, deseando poder matarlo. 

Al ver la escena, Alonso ordenó a Félix cerrar la puerta para evitar que los sirvientes vieran más y evitar rumores. 

Con los ojos rojos de ira, Julio confrontó a Alonso: “Te dije que ese mayordomo era un problema, pero insististe en traerlo a Nublario, ¿estás contento ahora?” 

Al enfrentar la acusación, Alonso no pudo decir una palabra. 

Gerardo intentó calmar a Julio: “Tranquilízate un poco.” 

“¿Cómo quieres que me calme después de lo que le pasó a mi hermana? ¡Llama a la policía! ¡Ahora mismo!” 

“No, no podemos llamar a la policía.” Alonso rechazó la idea de inmediato: “Si llamamos a la policía, este asunto se esparcirá por Nublario rápidamente. ¿Dónde quedaría el honor de la 

familia Lines entonces?” 

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