Capítulo 501
Rosana se burló de Leonor antes de darse la vuelta y marcharse.
Julio dio un paso adelante: “Rosana, déjanos llevarte de vuelta a la escuela, ya es tarde y no me siento tranquilo dejándote ir sola.”
“No es necesario, tomaré un taxi.” Rosana seguía siendo distante, solo había accedido a la reconciliación, pero no había pensado en perdonarlos.
Una vez que se esclareciera la verdad detrás del accidente, no volvería a verlos. Así que, se fue en el coche directamente.
Viendo cómo se alejaba, Leonor pensó furiosa: “Ya verás Rosana, el accidente anterior no logró matarte, pero la próxima vez no será así.”
No obstante, cuando se giró hacia Alonso, su expresión cambió a una de fragilidad: “Alonso, aunque estoy contenta de que Rosana haya vuelto, siento que algo no está bien.”
Alonso reflexionó un momento: “¿Qué sientes que no está bien?”
“Alonso, no es que desconfíe de Rosana, pero ¿por qué está dispuesta a reconciliarse de repente y no seguir adelante con lo de Gerardo y Félix?”
“Te preocupas demasiado. Rosana ha cedido porque le importa mucho que la herencia de nuestros padres termine en tus manos, así que no le entregaré la herencia hasta estar completamente seguro.”
Alonso estaba convencido de que Rosana había cedido por la herencia y decidió esperar a que pasara todo ese revuelo.
Al ver que Alonso también aceptaba el regreso de Rosana, Leonor se sintió incómoda. Había estado viviendo muy cómoda con la familia Lines durante ese tiempo, llegando a sentirse como la hermana predilecta de los Lines. Pero ahora que esa mujer estaba dispuesta a bajar la cabeza y volver a la familia, se sentía inquieta, presintiendo que algo malo iba a suceder.
Leonor bajó la mirada, con un brillo oscuro en sus ojos. No podía quedarse de brazos cruzados, si Rosana regresaba a la familia Lines, seguramente no la dejaría en paz. Tenía que planear su propio futuro, especialmente después de haber obtenido tantos beneficios de la fundación, era hora de hacer un último gran esfuerzo.
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Mientras tanto, Rosana regresó a la escuela en taxi.
Recordando el rostro furioso de Leonor, pensó que todo estaba lejos de terminar. Después del evento de caridad, cuando obtuviera pruebas del crimen de Leonor, sería su momento de actuar. Después de todo, Leonor apenas había tomado el control de la fundación por unos días y ya había manipulado las cuentas, robándose millones; no era de extrañar que luciera ropa nueva y de marca esos días. Pero, seguramente no se atrevería a mantener tanto dinero en sus manos, teniendo que transferírselo a su padre.
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Rosana tenía muchos planes en mente para mantener la calma y hasta el momento, no confiaba en ninguno de los hermanos Lines. Ellos estaban de su lado solo porque sus intereses habían sido perjudicados por Leonor y esa cooperación era temporal.
Después de regresar a su dormitorio, recibió un mensaje de Dionisio: “He vuelto de un viaje de negocios, ¿tienes tiempo mañana?‘
Rosana revisó su horario: “Mañana tengo clases todo el día, ¿qué te parece si nos
encontramos en el gimnasio por la noche?”
Ahora que estaba prácticamente recuperada, Rosana quería continuar practicando boxeo para volverse más fuerte.
Dionisio, quien no había ido al gimnasio en los dos días que estuvo fuera, pensó que ya era hora de retomar el entrenamiento. Entonces, miró el regalo que tenía preparado a su lado, pensando que sería mejor dárselo al verla.
Óscar asomó la cabeza desde el asiento del copiloto: “Te sugiero que mañana lleves a Rosita a algún lugar divertido para una cita.”
“Ella quiere ir al gimnasio, así que la acompañaré allí.”
“Mientras todas las parejas salen a divertirse, ustedes dos prefieren pasar el tiempo en el gimnasio.”
Dionisio respondió con voz profunda: “Mientras a ella le guste, yo la acompañaré.”
“¿Y qué planeas hacer respecto a la interferencia de la familia Chavira en la conferencia de prensa?”
Al mencionar ese asunto, la sonrisa en el rostro de Dionisio se desvaneció: “Esperaré a preguntarle mañana.”
“¿Por qué no lo resuelves tú mismo? Parece que a la pequeña le gustan bastante los típicos hombres autoritarios.”
“No le gustará que tome decisiones por ella sin motivo alguno, ¿o en qué me diferenciaría de sus hermanos? Respetaré sus decisiones.”
Dionisio extendió su mano y tocó la caja de regalo, su mirada se suavizó mucho. Independientemente de la decisión que tomara Rosana, él la apoyaría,