Capítulo 476
Rosana ya tenía un plan para enfrentarse a los miembros de la familia Lines, volteó la cabeza hacia él y dijo: “Sí, hay algo.”
“Lo que necesites, solo dímelo.”
“Necesito que estés siempre a mi lado, apoyándome. Incluso si, para enfrentarme a la familia Lines, en el futuro tengo que hacer cosas que no puedan salir a la luz, siempre tienes que estar de mi lado.” La mirada de Rosana mostraba algo de inquietud.
Pero él simplemente le dio un leve golpe en la frente diciendo: “Por supuesto, si tú matas, yo te paso el cuchillo; si tú enciendes el fuego, yo hago guardia.”
Ella sonrió levemente: “No llegaremos a tanto, después de todo, soy una ciudadana que sigue la ley.”
Después de ejercitarse, cenaron juntos y Dionisio la llevó de vuelta a la escuela. Al detener el carro al lado de la carretera, él dijo pensativamente: “En unos días tengo que hacer un viaje de negocios. Haré todo lo posible por volver a tiempo para apoyarte en la conferencia de prensa.”
“No te preocupes, tú concéntrate en tu trabajo. La conferencia estará organizada por el equipo de relaciones públicas, ellos son profesionales.”
Rosana nunca había esperado que Dionisio la acompañara en todo, era más apropiado que ella misma se encargara de los asuntos relacionados con la familia Lines.
Después de verla entrar a la escuela, Dionisio finalmente llamó a Óscar: “Rosana tendrá una conferencia de prensa en unos días. Si no puedo volver a tiempo, ayúdame a cuidar de ella, por
favor.”
“Claro, no hay problema. Pero, ¿no crees que pedirle a Hilario que hiciera una declaración pública desmintiendo el compromiso con la Srta. Montes fue un poco desconsiderado con la familia Montes?”
“He respetado a la familia Montes durante muchos años, pero ellos no lo han apreciado.”
Dionisio nunca había admitido estar comprometido con Keira, y les había dado oportunidades para aclarar las cosas, pero ellos siempre se habían hecho de oídos sordos, así que ahora no podían culparlo por desmentirlo públicamente.
Al pedirle a Hilario que hiciera esa declaración fue una advertencia: si la familia Montes no se daba por enterada, entonces no deberían culparlo por aclararlo personalmente.
Después de hablar un rato con Óscar, y solo después de que Rosana le mandó un mensaje diciendo que había llegado a su dormitorio, Dionisio finalizó la llamada.
Al recibir un paquete de stickers de Dionisio, Rosana finalmente dejó su teléfono a un lado.
Notó que alguien se estaba duchando en el baño y miró a Marina: “¿Ya llegó la nueva compañera de cuarto?”
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Capitulo 476
“Sí, pero es un poco especial.”
Antes de que Marina pudiera terminar, la chica salió del baño.
Fue entonces cuando Rosana se dio cuenta de lo “especial” que era la nueva compañera, tenía dificultades para caminar y aunque trataba de moverse lentamente, era evidente que tenía problemas en las piernas.
Rosana solo la miró brevemente antes de saludar: “Hola, soy Rosana.”
“Hola.” La fría respuesta de la otra no invitaba a más conversación.
A Rosana no le importó mucho.
Marina le mandó un mensaje: “Ella no es de nuestra carrera, parece que es estudiante de periodismo. La encargada del dormitorio nos pidió que la cuidáramos un poco, pero parece que no le gusta mucho hablar.”
Rosana respondió: “Bueno, ayudaremos en lo que podamos.”
Al día siguiente, Rosana y Marina fueron a clases juntas, para el momento, la nueva compañera no se había levantado.
Después de clase, recibió un aviso de la escuela: “Rosana, la familia Montes volverá a patrocinar el equipo. Necesitas coordinar con ellos.”
“Profesora, ya tenemos un patrocinador. No necesitamos el patrocinio de la familia Montes.”
“Rosana, la familia Montes ha sido patrocinadora durante muchos años. No sería correcto negarles el reconocimiento. Mejor coordina directamente con ellos.”
La profesora colgó el teléfono sin darle a Rosana la oportunidad de rechazar.
Rosana se sintió un poco incómoda, pero esperaba que fuera tal como la Srta. Montes había dicho, que solo se tratara de restablecer el patrocinio.
Rosana aún no había salido del aula cuando vio a Leonor entrar apresuradamente, con lágrimas en los ojos, tomó su mano y dijo: “Rosana, Julio está muy mal de salud, su único deseo es verte por última vez, ¡te suplico que vayas al hospital!”
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