Capítulo 456
Aterrorizada, Leonor bajó la mirada, sin embargo, sus ojos destilaban una oscuridad profunda. Jamás se alejaría de la familia Lines.
Cojeando, salió de la habitación del hospital justo cuando Alonso se acercaba. Acto seguido, fingió desvanecerse cayendo al suelo.
Preocupado, Alonso corrió hacia ella y la sostuvo en sus brazos: “¿Qué te ha pasado? ¿Cómo te has lastimado tanto?”
Con voz débil, Leonor negó con la cabeza: “No es nada, necesito ir a disculparme con Rosana, aclarar lo que pasó y lograr que perdone a Gerardo“.
Pero tan pronto como terminó de hablar, fingió desmayarse; la última cosa que quería era disculparse con Rosana.
Alonso inmediatamente pidió a un médico que se llevara a Leonor y entró a la habitación para confrontar a Gerardo: “Era suficiente con que le dieras una lección a Leonor, ¿por qué ser tan brutal? ¡Se ha fracturado una costilla!”
“Alonso, deja de fingir ser el bueno. ¿Acaso no fuiste tú quien le pidió a Leonor que se viniera conmigo ayer? No me digas que no sabías lo que pasaría, ¿o creía que yo jamás le pondría un dedo encima?”
La expresión de Alonso se tornó incómoda: “Aun así, no tenías por qué ser tan duro. ¿Querías acabar con ella? Su padre murió salvando a nuestros padres. Si esto se sabe, ¿cómo vamos a enfrentar a la gente?”
“Alonso, no olvides que todo esto es porque esa desgraciada me manipuló, ¡también fui duro con Rosana por eso!”
“Gerardo, ahora te apiadas de Rosana, pero ella nunca tuvo piedad. Mejor piensa cómo vas a salir del escándalo de la agresión en vivo.”
Con convicción, Gerardo respondió: “Si Leonor aclara las cosas, haciendo que Rosana se desahogue, seguro que no insistirá tanto en este asunto.”
Después de todo, él también fue una víctima, al ser engañado por Leonor.
Alonso bufó con desdén: “Eso es asunto tuyo, yo no puedo hacer más.”
En la habitación contigua.
Leonor se despertó silenciosamente, se dio cuenta que se había fracturado una costilla, lo que explicaba el intenso dolor.
Sacó su teléfono y escribió un mensaje: [Gerardo casi me mata, ¿por qué seguir fingiendo ser la víctima?]
[Cuanto más te golpee, más compasión ganarás por parte de Alonso y Julio, obteniendo así una mayor compensación, recuerda que el dinero es lo más importante. Una vez que saques
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Capítulo 456
una buena cantidad a la familia Lines, no tendrás que depender de ellos.]
Leonor recordó el encuentro con su padre el día anterior, aún estaba sorprendida de que
estuviera vivo.
Le preguntó sobre el accidente automovilístico, a lo que su padre respondió que ese día un amigo suyo conducía el vehículo. Sin embargo, sospechaba que su padre no decía la verdad.
Recordó que los Lines mencionaron el accidente, asegurando que el conductor era su padre, ¿cuándo había sido cambiado el conductor?
Aun así, no preguntó más, contenta con que su padre buscara una solución para ella y furiosa, juró que cuando la familia Lines cayera en bancarrota y ella tuviera poder, haría que pagaran por todo lo que le habían hecho.
No había pasado mucho tiempo cuando alguien la arrastró de la cama.
Gerardo la miró fríamente: “¿Durmiendo? Es hora de ir con Rosana.”
Cuanto antes resolvieran ese asunto, más rápido estaría libre de problemas.
Leonor no tuvo tiempo de reaccionar antes de ser arrastrada a la fuerza.
Rosana, por su parte, había recibido un mensaje de Gerardo: [He traído a Leonor para que se disculpe contigo. Hablemos.]
En otro momento, habría rechazado ver a cualquiera de la familia Lines, pero ahora las cosas eran diferentes, así que se dirigió directamente al estacionamiento subterráneo, notando la cautela de Gerardo de evitar ser capturados por los medios.
Al salir del ascensor, lo vio arrastrando a Leonor por el cabello fuera del coche.
Cuando vio a Leonor, cubierta de heridas y con marcas de golpes en el rostro, con una sonrisa que no era sonrisa, empezó a decir: “Leonor, ya deberías entender cuál es tu lugar, ¿no? Eres solo la hija de un chofer, ¿cómo te atreves a compararte conmigo?”
Al llevar a Leonor a un callejón sin salida, las personas que había mantenido en las sombras por años empezarían a aparecer.
Al escuchar esas palabras, Leonor levantó la mirada llena de ira hacia Rosana, deseando poder acabar con esa mujer despreciable.
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