Capítulo 423
Rosana le soltó la mano a Gerardo de un tirón, sin dejarle guardar las apariencias, luego replicó con un tono frío: “Pero ya me has decepcionado demasiadas veces.”
Consciente de los fans alrededor, él se contuvo de hacer algo más, pero su voz se tornó mucho más fría: “Rosana, ¿cuándo te he decepcionado? Cuando eras pequeña y te molestaban, ¿no era yo quien siempre te defendía?”
“¿Defenderme? Si venían a molestarme era por tu culpa, por los peligros que tú atraías.” La mirada de Rosana destilaba sarcasmo: “Deja de esconderte tras la fachada del gran hermano protector, no te lo mereces.”
Dicho eso, se giró y se dirigió hacia la base del equipo.
Gerardo se quedó furioso, ¿él no se lo merecía?
Cuando estuvo a punto de ser atacado, ¿no fue Rosana quien salió corriendo?
Al ver que Rosana se marchaba sin más, Leonor se dirigió con fingida compasión a los fans: “Por favor, no la malinterpreten, últimamente Rosana ha estado muy ocupada y los problemas familiares aún no se han resuelto del todo, por eso actuó así.”
Los fans mostraron su descontento: “Pero Rosana no debería actuar como una diva, haciendo esperar tanto al equipo.”
“Exacto, incluso la vi enojarse con nuestro ídolo.”
Leonor suspiró a propósito: “El carácter de Rosana siempre ha sido así, en casa siempre se le ha consentido.”
En ese momento, Gerardo se acercó: “Disculpen, mi hermana es un poco terca, no es tan considerada como Leonor, pero es muy competente. Por favor, no la juzguen mal.”
Los fans se sorprendieron y gritaron de emoción al ver a Gerardo.
Tras despedirse de ellos con una sonrisa, se llevó a Leonor bajo una sombrilla, alejándose de los fans. Entonces, su sonrisa se desvaneció inmediatamente: “¿Quién te dio permiso para decir esas tonterías?”
“Gerardo, solo intentaba ayudarte a aclarar las cosas, el comportamiento de Rosana sin duda te habría afectado negativamente.”
“Cuanto peor sea Rosana conmigo, mejor para mí.” Siendo un veterano en el mundo del espectáculo, Gerardo sabía cómo funcionaban esas cosas.
Miró fijamente a Leonor: “Si te vuelvo a atrapar jugando sucio y tratando de manchar el nombre de Rosana, ¡te expulsaré de la familia Lines!”
“Gerardo, yo realmente no…”
Él apretó la mano de Leonor, bajando la voz: “¿Crees que puedes engañarme con esas
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artimañas? Si no fuera por la gente alrededor, ya te habría enseñado una lección.”
Soportando el dolor en su muñeca, Leonor asintió lastimeramente: “Entendí mi error, no volverá a ocurrir.”
“No habrá una próxima vez.” Gerardo la soltó y cambió su expresión por una sonrisa, dirigiéndose al equipo: “Mi hermana Rosana ya llegó, vamos a filmar adentro.”
Leonor se quedó parada, frotándose la muñeca. no esperaba que Gerardo fuera tan difícil de manejar. Después de todo, desde que fue acogida en la familia Lines, él apenas le prestaba atención.
Si no hubiera sido por aquel incidente en el que Gerardo resultó herido y ella insinuó que Rosana había huido, probablemente ni siquiera la miraría, pero necesitaba ganar fama y fortuna como actriz para ver quién se atrevería a menospreciarla, así Melvin eventualmente, tendría que hacer oficial su relación con ella.
Después de aquel incidente de la licitación, Óscar debió haber dicho algo a la madre de Melvin, forzándolo a romper con ella y él era un cobarde, sin atreverse a resistirse. Ahora, solo podían pretender haber roto y mantener su relación en secreto.
Rosana entró a la base y vio que también habían montado cámaras allí, parecía que la escena se filmaría allí.
Marina se acercó: “¿Estás bien? Te ves pálida.”
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