Capítulo 572
Impulsa 21
La luz del atardecer se filtraba por los amplios ventanales de la oficina, bañando con sus últimos rayos dorados los documentos que Salvador examinaba con minuciosa atención. El silencio que reinaba en la habitación fue abruptamente interrumpido cuando la puerta se abrió de golpe. Andrés, con el rostro perlado de sudor y la respiración agitada, irrumpió en la oficina.
“¡Jefe, tenemos un problema serio!”
Salvador permaneció inmutable, sus ojos fijos en los documentos frente a él. Sus dedos, que sostenían una pluma de lujo, no mostraron ni un temblor.
“Andrés, en momentos así es cuando más necesitamos mantener la cabeza fría. ¿Qué es tan urgente que tienes que entrar así a mi oficina?”
El sudor resbalaba por la sien de Andrés mientras se plantaba frente al escritorio de caoba. Sus manos inquietas jugueteaban con el borde de su saco.
“Es sobre el contrato electrónico con los Hidalgo, jefe. Un hacker profesional logró infiltrarse en el sistema. Alteró toda la información… me temo que tendremos que dar por terminada nuestra relación con el Grupo Hidalgo.”
La pluma en la mano de Salvador se detuvo en seco. Una sombra cruzó por su rostro mientras sus ojos se estrechaban peligrosamente.
“¿Un hacker de élite, dices?”
Después de un momento de tenso silencio, Salvador recuperó su máscara de serenidad.
“Está bien, ya entendí la situación. Puedes retirarte.”
Andrés se removió inquieto en su lugar, sus ojos reflejando preocupación genuina.
“Jefe, ¿entonces vamos a seguir con el enfrentamiento contra la familia Hidalgo?”
La mandíbula de Salvador se tensó visiblemente. Sus nudillos se tornaron blancos mientras apretaba los puños sobre el escritorio.
“Los Hidalgo siempre andan por ahí presumiendo de su moral y sus principios éticos, pero en el fondo son puras ratas escurridizas. Vanidosos, crueles, egoístas… Gente así no merece ningún respeto. Te lo digo de una vez: mientras yo respire, no voy a parar hasta ver a la familia Hidalgo completamente destruida.”
Un escalofrío recorrió la espalda de Andrés. Sus ojos nerviosos se desviaron hacia las cámaras de seguridad instaladas en las esquinas del techo. El color abandonó su rostro.
“Jefe, las técnicas de este hacker… son demasiado sofisticadas. Ni siquiera yo puedo rastrear cómo lo hicieron. Creo que quien está detrás de esto podría ser…”
Los músculos de la mandíbula de Salvador se tensaron aún más, mientras sus puños se
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Capítulo 572
cerraban involuntariamente sobre el escritorio.
Andrés tragó saliva antes de continuar.
“Si de verdad va a enfrentarse a los Hidalgo, necesita empezar a prepararse desde ya.”
“Lo sé perfectamente.”
Una vez que Andrés abandonó la oficina, el sonido de cristales haciéndose añicos contra el suelo rompió el silencio. Salvador había arrojado su vaso con toda su fuerza. Jamás se le había visto perder el control de esa manera.
El estruendo resonó por todo el piso como si fuera un terremoto. Desde el pasillo, Andrés volteó hacia la oficina de su jefe, el rostro contraído por la preocupación.
La tarde cayó sobre la ciudad, y por primera vez en años, Salvador no regresó a casa a su hora
habitual.
Aurora permaneció de pie junto a la puerta de la villa, su silueta recortada contra la luz del porche. Los minutos se convirtieron en horas mientras esperaba, pero Salvador no aparecía. La inquietud comenzó a crecer en su pecho.
Finalmente, le envió un mensaje a Andrés preguntando por su hermano. La respuesta fue directa y honesta:
“El jefe está lidiando con un problema muy grave en la empresa.”
La preocupación se instaló como un peso frío en el estómago de Aurora.
La medianoche llegó arrastrando consigo a un Salvador exhausto.
En el portal de la villa, la luz cálida del exterior iluminaba la figura delgada de Aurora, proyectando una larga sombra sobre el jardín.
Salvador bajó del auto y se quedó inmóvil, observándola. De pronto, como si una fuerza invisible lo empujara, corrió hacia ella y la envolvió en un abrazo desesperado.
“Perdóname, hermana. No quería preocuparte.”
Aurora le devolvió el abrazo con la misma intensidad.
“Salva, Andrés ya me contó lo que pasó.”
“¡Ese bocón! ¿Cómo se le ocurre andar contando todo?”
Aurora se separó un poco para mirarlo a los ojos.
“¿Ya tienes alguna idea de cómo resolver esto?”
“Es complicado, hermana. Esta vez sí nos metimos en un buen lío. Pero voy a encontrar la manera de solucionarlo, te lo prometo. No te angusties.”
La mirada penetrante de Aurora se clavó en él.
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Capitulo 572
“Salva, si tú dices que está difícil, debe ser algo verdaderamente serio. Si logramos salir de esta, qué bueno. Pero si no se puede, no te atormentes. Ya sabes lo que dicen, ‘el dinero va y viene‘. En el peor de los casos, declaramos bancarrota y ya. Tengo mis ahorros; podemos irnos a vivir a un lugar tranquilo, lejos de todo esto.”
Una sonrisa suave se dibujó en el rostro de Salvador mientras asentía.
“Lo sé, hermana.”
Aurora le preparó un plato de sopa caliente. Mientras Salvador comía, una pequeña sonrisa de satisfacción iluminó su rostro cansado.
Por un momento, pareció que el peso de sus preocupaciones se aligeraba un poco.
A la mañana siguiente, mientras Salvador continuaba sumido en un profundo sueño, el timbre de la puerta anunció la llegada de un visitante inesperado.
Aurora, sin querer perturbar el descanso de su hermano, decidió atender ella misma la puerta.
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