Capítulo 512
Isaac contrató una enfermera para Cynthia, y luego se fue rápidamente del hospital.
Cynthia se quedó sumida en una oscuridad inmensa; el amor de Isaac por ella se desvanecía día a día, probablemente quedaba muy poco, por no decir nada.
Y cuando ese último hálito de amor desapareciera, entonces se convertirían en completos extraños.
Cynthia no se atrevía a pensar en el camino a seguir, porque no había futuro.
Al día siguiente, aunque el amanecer aún no rompía, Salvador se levantó tempranísimo.
Aquel hombre que nunca prestó atención a su apariencia, ese día abrió de par en par las puertas de su armario, escogiendo su ropa pieza por pieza.
En ese momento, finalmente entendió lo que las mujeres decían: “Siempre falta esa prenda que quieres ponerte ese día“.
Por otro lado, Aurora, como de costumbre, se despertó con el despertador y eligió su ropa al azar, pero el color de su vestimenta era especialmente festivo. Tras un simple arreglo personal, abrió la puerta de su habitación y salió.
Para su sorpresa, vio a Salvador sentado en las escaleras, luciendo bastante abatido.
Ella se quedó parada un momento antes de acercarse: “Salva, ¿Qué te preocupa?”
Salvador la miró, diciendo: “No tengo la ropa adecuada.”
Aurora se quedó atónita, tomándose su tiempo para digerir esas palabras.
Ella lo levantó, diciendo: “Salva, por ahí dicen que eres todo un galán, que tienes un físico envidiable, un rostro delicado y una presencia incomparable. Lo importante es que todo te queda bien.”
“Aurora, lo que digan los demás no importa. Lo crucial es lo que tú pienses.”
Aurora, mientras le arreglaba la ropa, dijo: “Creo que se quedan cortos al elogiarte.”
El siempre serio Salvador, al oír eso, sonrió ampliamente por primera vez, mostrando sus dientes blancos y alineados, brillando como si el esplendor de la primavera floreciera ante él.
“Aurora…” Salvador se emocionó de repente.
Aurora, con las manos aún sobre sus hombros, lo observó fijamente: “¿Qué quieres decirme?”
“Esta podría ser la última vez que te llame por tu nombre.” Declaró solemnemente.
“¿Por qué?” Aurora se alarmó.
Salvador, con total seriedad, dijo: “Después de casarnos, serás mi esposa.” Tomándola firmemente de la mano, le dijo, “Soy muy tradicional respecto al matrimonio. Una vez que nos
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Capitulo 512
casemos, toda mi vida será tuya. Tendremos mucho tiempo juntos, y aunque no soy el hombre perfecto, si cometo errores que no sean fundamentales, espero que puedas ser indulgente conmigo.”
Al oír eso, Aurora respiró aliviada: “Y yo que pensé que era algo grave. No te preocupes, yo también soy de principios firmes; mientras me necesites, no te dejaré.”
Salvador la abrazó suavemente.
Finalmente, ambos fueron al Registro Civil vestidos de manera coordinada: Salvador con una camisa azul profundo y una corbata roja con patrones sutiles, personificando la imagen del poderoso CEO, y Aurora con un vestido rojo y una bufanda azul. Juntos, parecían una pintura
viviente.
Sin embargo, en el Registro Civil hubo un pequeño incidente. Salvador, quien solía dominar los negocios, parecía un pez fuera del agua, temeroso de cometer cualquier error que pudiera interferir con ese gran día.
Y como suele suceder, lo que temía se hizo realidad.
Mientras llenaba los formularios, temblaba tanto que se equivocaba constantemente en los trazos, teniendo que empezar de nuevo varias veces.
Los empleados no pudieron evitar burlarse de Aurora: “Mira cuánto le importas a tu novio. Nunca había visto a un chico tan nervioso por casarse.”
Aurora no podía estar más feliz.