Capítulo 22
Amelia despertó a las dos de la tarde, desorientada y confusa al encontrarse en la cama sin recordar cómo había llegado allí. Contempló la habitación vacía mientras su mente reconstruía la noche anterior, concluyendo que Rafael debió haberla llevado en brazos mientras dormía. No podía darse el lujo de detenerse en esa imagen que la perturbaba.
La casa estaba vacía, Rafael había salido y le habían dejado comida preparada sobre la mesa. Tras tomar apenas unos bocados, Amelia regresó inmediatamente a sus storyboards, sumergiéndose en el trabajo con renovada intensidad. Después de cinco extenuantes días, finalmente había completado casi todos los paneles que visualizaban su historia.
-Te llamaba para confirmarte que leí el guion y me parece brillante la voz entusiasta de Enzo resonaba al otro lado del teléfono-. Entiendo la situación del presupuesto, así que aceptaré la mitad de mi tarifa habitual.
Aquella concesión liberaba quinientos mil pesos adicionales para el proyecto, permitiendo que Ivana contratara a Rosa Benítez, actriz emblema de los noventa que atraería numerosos espectadores. Con dos figuras reconocidas, el éxito comercial parecía asegurado si mantenían la calidad artística intacta.
Amelia no presentó objeciones. Aunque consideraba que la interpretación de Rosa resultaba algo predecible, con dirección adecuada durante el rodaje podría funcionar perfectamente. Al fin y al cabo, en esta industria todos debían hacer concesiones.
en realizar audiciones para completar el elenco y ultimar la
Los siguientes pasos consistíando debía estar listo para comenzar la filmación en apenas
preparación del equipo técnico.
dos semanas. El proyecto avanzaba con fluidez hasta que, un día antes del inicio del rodaje, el teléfono de Amelia vibró con una llamada inesperada.
-Lamento informarte que Rosa tiene otro compromiso más conveniente y prefiere pagar la compensación estipulada en el contrato -explicó secamente el representante de la actriz.
-Esto no es solo cuestión de dinero -respondió Amelia con frialdad, pero el representante simplemente cortó la comunicación.
Mientras Amelia buscaba el contacto de Maite para intentar solucionar esta crisis, recibió otra llamada.
-Ami, tenemos un problema serio. Carla Méndez regresó a Argentina -la voz de Ivana sonaba tensa, casi alarmada.
Carla y Amelia habían compartido aulas en la Universidad del Cine, pero su relación se había deteriorado por culpa de Esteban y sus profundas diferencias respecto a la visión cinematográfica. Desde la graduación, sus caminos se habían separado completamente. El padre de Carla, Agustín Méndez, era uno de los directores más prestigiosos del país, ganador del Oso de Oro en Berlín. Con semejantes conexiones, Carla había continuado sus estudios de dirección en la Universidad de Nueva York, mientras Amelia comenzaba desde abajo dirigiendo comerciales y cortometrajes.
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-¿Qué tiene que ver su regreso conmigo? -preguntó Amelia con genuina confusión.
-Me enteré que Carla ya consiguió una inversión millonaria de Cine Global de Sudamérica para filmar una historia sobre un amor no correspondido, basada en una propiedad intelectual popular de internet. Su padre será el productor ejecutivo -respondió Ivana con urgencia en cada palabra.
Esto significaba que ambas estaban trabajando sobre el mismo tema, la peor situación posible en la industria. La primera película en estrenarse tendría todas las ventajas, condenando al fracaso a las siguientes. Competir contra alguien con las conexiones y premios de Carla dejaba a Amelia en clara desventaja.
-Ami, ¿todavía querés seguir adelante? -preguntó Ivana con voz debilitada por la preocupación.
-Sí–respondió Amelia sin vacilación.
En su oficina, Esteban revisaba un currículum mientras sostenía el teléfono contra su oreja.
-Si perdemos, lo cubriré personalmente aseguró antes de colgar y entregarle varios documentos seleccionados a Sofía-. Agendá las entrevistas lo más pronto posible. Necesitamos formar el equipo nacional en menos de un mes.
-Entendido -respondió Sofía con eficiencia, luego añadió-: Señor Cárdenas, confirmo que Rafael asistirá al Foro de Cineamérica en Lima a fin de año. ¿Usted también participará?
Esteban esbozó una sonrisa suave y calculada.
-¿Por qué rechazaría una oportunidad tan valiosa?
Esa misma noche, en un conocido foro de internet apareció la lista de magnates que asistirían al prestigioso evento en Lima. La publicación se volvió viral en cuestión de minutos.
[¿Estoy viendo bien? ¿Esta lista es genuina?]
ya
[¡Confirmado totalmente! El programa oficial se publicó y ambos titanes aparecen en la nómina. Adjunto captura de pantalla como evidencia.]
[¡Qué momento histórico! Un encuentro que no presenciamos todos los días.]
[Peretti ocupa la posición central, Cárdenas deberá conformarse con un lugar secundario.]
[Cárdenas apenas regresó a Argentina, es comprensible que no ocupe el centro de atención. ¡Que comience el duelo!]
Poco después, otra publicación captó la atención general:
[¡Descubrimiento asombroso! El collar que Esteban Cárdenas luce pertenece a una exclusiva. colección de parejas lanzada hace varios años…]
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