Capítulo 400
Además, él siempre se mantenía a distancia de los asuntos de otros, sin intención de
involucrarse.
“Así que no me pidas que hable bien de ti otra vez. Si quieres que Jordana te perdone, asegúrate de que tu familia y tú se mantengan alejados de ella y no la molesten más.”
Después de decir eso, Raquel dejó de mirar a Máximo y se dio la vuelta para irse.
A sus espaldas, Máximo bajó la cabeza, frunciendo el ceño, sus dedos se cerraron en un puño, apretándose con fuerza. Realmente quería demostrarle a Jordana que había cambiado, a través de sus acciones, por eso buscó a Raquel; quería contarle sobre la complicidad de Petrona con Fermín Murillo, esperando que su tía ayudara a que Petrona recibiera el castigo merecido.
Sentía que, aunque había cometido,errores, todo había quedado en el pasado, y además, había sido Petrona quien lo había incitado a hacer lo incorrecto. Desde que se dio cuenta de ello, había estado tratando de enmendar sus errores con sinceridad. Además, aunque no defendió a Jordana en ese momento, tampoco se unió a Ignacio y Roque en insultarla. ¿Por qué solo veían sus fallas? ¿No había hecho lo suficiente? ¿No era evidente que estaba cambiando?
***
El hospital no estaba ni muy cerca ni muy lejos de la casa de la familia Galván, además, era la hora pico, por lo que había un poco de tráfico y el coche iba lento. Jordana estaba sentada en el asiento trasero, perdida en sus pensamientos.
Al ver a Lorenzo, no pudo evitar recordar las cosas que Raquel le había dicho, quería tomar la iniciativa, pero en cuestiones de amor, se sentía completamente en blanco y no sabía cómo hacerlo.
Mientras estaba distraída, un par de manos la rodearon por la cintura y la abrazaron. El calor la envolvió, y Jordana volvió en sí al encontrarse con el rostro atractivo de Lorenzo. Sus miradas se encontraron, y en ese instante, le pareció que las chispas volaban.
Jordana apartó la mirada, sintiendo un latido fuerte en su corazón.
“¿En qué piensas?” A tan corta distancia, la voz de Lorenzo llegó a sus oídos, grave y seductora, con un tono indescriptiblemente tentador.
Jordana no era buena mintiendo, así que le contó lo que Raquel le había dicho. Luego añadió, “Estaba pensando en cómo ser proactiva contigo.”
“Ser proactiva es fácil, déjame enseñarte.” Lorenzo se inclinó, acercándose a su oído,
susurrando suavemente. “Primero, extiende tu mano.”
Confundida, obedeció y extendió su mano.
“El siguiente paso es, abrazarme.”
C
Capítulo 400
Jordana miró hacia el frente, donde el panel entre los asientos delanteros y traseros ya estaba levantado, separándolos completamente. Dudó un momento, pero finalmente envolvió sus brazos alrededor de la espalda de Lorenzo.
Ese gesto tierno y dócil, hizo que los ojos de Lorenzo se volvieran más profundos.
“Luego puedes intentar besarme. Cuantas más veces lo hagas, te será más fácil ser proactiva.” Jordana se sonrojó, aunque era embarazoso, sabía que debía aprender a ser proactiva.
De lo contrario, si siempre dejaba que Lorenzo tomara la iniciativa, eventualmente sería un problema entre ellos. Si él algún día se cansaba y no quería ser quién tomara la iniciativa, su relación estaría en peligro y Jordana no quería que eso sucediera.
Sosteniendo el rostro de Lorenzo, primero besó sus ojos, luego su nariz. Finalmente, después de prepararse mentalmente, sus labios encontraron los de su esposo.
Siempre había sido él quien tomaba la iniciativa y ella era la receptora, pero ahora, al ser quién daba el primer paso, se sentía un poco incómoda, comparados con Lorenzo, sus movimientos
eran torpes e inexpertos.
También se dio cuenta de que ser proactiva era más agotador que ser pasiva, pronto estaba jadeando por el esfuerzo. Justo cuando estaba a punto de retirarse, él la empujó suavemente hacia abajo.