Capítulo 383
La brisa suave y la lluvia fina contrastaban con otra escena en la antigua mansión de la familia Zelaya.
Pamela recibió un video enviado por la agencia de detectives, era una grabación de vigilancia en la que Simón, apoyado por un camarero, entraba a una habitación del tercer piso del Oasis. de Noche, seguido de cerca por Noemí. El video era corto, terminaba justo después de que el camarero saliera de la habitación, dejando a los otros dos adentro.
Pamela no era ingenua, al ver eso y pensar en el comportamiento reciente de Simón, pudo deducir más o menos lo que había sucedido; su esposo había dormido con Noemí, o había sido engañado por ella. Llegando a esa conclusión, Pamela se enfureció tanto que temblaba, no pudo contenerse y rompió una copa de vino en el suelo, los fragmentos se esparcieron en
todas direcciones.
Sin embargo, Pamela respiró hondo para calmarse, tenía que aclarar qué relación había entre ellos. De lo contrario, permitir que Noemí entrara en su vida sin más, tarde o temprano sería un desastre. Después de todo, siendo la matriarca de la familia Zelaya por décadas, Pamela sabía muy bien que no podía simplemente confrontar a Simón con eso, mucho menos hacer un escándalo.
Las mujeres inteligentes nunca arman escándalos. Pamela sabía mejor que nadie que enfrentarse a Simón solo la pondría en desventaja, aparte de que, no le traería ningún
beneficio.
A las cinco de la tarde. Simón regresó a casa del trabajo y al entrar, se sorprendió al ver a Pamela sentada en el sofá del salón. Normalmente, a esa hora, su esposa estaría de compras con sus amigas adineradas o asistiendo a cenas.
Hoy, sin embargo, había vuelto temprano.
Instintivamente preguntó, “Pamela, ¿por qué no fuiste a la cena hoy? Recuerdo que dijiste que ibas a asistir a una cena con la señora López.”
Pamela se levantó para recibirlo, tomando su abrigo para colgarlo y con una sonrisa suave, respondió, “Hoy me sentí un poco cansada y. decidí no ir. Además, estos días también estamos organizando la boda de Álvaro.”
Ella solía encargarse de estos asuntos menores en casa, por lo que Simón no sospechó nada, esa era también la razón por la cual Simón mantenía amantes y un hijo ilegítimo fuera de casa sin traerlos nunca a su hogar. Él estaba muy claro sobre qué tipo de mujer era adecuada para mantener en secreto y cuál para ser la señora de su casa.
Entre todas las mujeres, Pamela sin duda era la mejor opción para ser la matriarca de la familia Zelaya; era inteligente y capaz, manejando los asuntos dentro y fuera de casa con gracia, manteniendo siempre la compostura, sin causarle problemas.
Sentado en el sofá, Pamela le sirvió un vaso de agua y luego preguntó como si nada, “Simón,
12.01
Capítulo 383
¿qué estabas haciendo en el Oasis de Noche con Noemí?”
Aunque Pamela habló con suavidad, Simón se tensó al sostener el vaso, si ella le hacía esa pregunta, seguro sabía algo. Cómo lo supo, no importaba. Lo importante era que, en las familias de alta sociedad, se asumía que lo que un hombre hiciera fuera no debería ser cuestionado por su mujer.
Y él siempre había pensado que Pamela era una mujer inteligente, pero ahora parecía que no era tan prudente. Irritado por dentro, pero manteniendo la compostura, levantó la vista y dijo, “¿Por qué preguntas eso?”
Pamela suspiró, con una expresión preocupada, “Noemí me llamó hace un rato, diciendo que tiene algo comprometedor sobre ti. Incluso me envió un video tuyo con ella en el Oasis de Noche, amenazándome con eso.”
Pamela no sería tan tonta como para revelar que había contratado un detective privado para seguirlo, mucho menos permitiría que el asunto con Noemí arruinara su relación con Simón,
creando discordia.
13.04
