Capítulo 382
Lorenzo la escuchaba atentamente con la mirada baja, después, con una sonrisa cálida, pasó su blanca y esbelta mano por la cima de su cabeza diciendo: “No había escuchado sobre eso, pero si realmente es así, debe ser bastante efectivo“.
Mientras conversaban de manera casual, caminaban lentamente. No muy lejos, un pino se erguía solitario, con unos cien años de vida, un tronco robusto y numerosas ramas. A un lado, había una fuente para pedir deseos, que producía un sonido claro y agradable al caer el agua.
Alrededor del viejo pino, había una valla circular con una fila de monedas de diferentes denominaciones, a la que se podía acceder desde una tienda de regalos a un lado. Dentro, vendían tarjetas decoradas con las palabras “Un hilo de destino” grabadas en ella, y la promesa de que habían sido bendecidas. Debajo, había una línea más pequeña que decía: “Espero ganar tu corazón y nunca separarnos“. Viendo fila tras fila de esas tarjetas para deseos, Jordana se detuvo en seco.
De repente, se dio cuenta de que, entre pedir riqueza o un compañero de vida, parecía ser que los visitantes se inclinaban más hacia el segundo.
Con una sonrisa en sus ojos, Lorenzo dijo: “Espérame aquí“.
“Está bien“.
Jordana centró toda su atención en esas tarjetas, y cuando se dio cuenta, Lorenzo, con zancadas largas, había entrado en la tienda no muy lejos de allí. Al salir, tenía en su mano una de las tarjetas. En ella, los nombres ‘Lorenzo y Jordana‘, estaban escritos con claridad, en una caligrafía elegante y vigorosa, claramente escrita por la mano de su esposo.
Jordana se dio cuenta tarde de que él había entendido sus pensamientos. Al llegar a esa conclusión, su corazón no pudo evitar agitarse.
Al ver la tarjeta bendecida, parados uno frente al otro, Jordana no pudo resistirse a preguntar en voz baja: “¿Cómo supiste que quería esto?”
La sensación de que alguien ya sabe lo que piensas sin necesidad de decirlo es realmente maravillosa. Ella siempre pensó que ese tipo de conexión especial existía solo en las series de TV, siendo difícil encontrar a alguien así en la vida real.
“Cuando conoces realmente a alguien, puedes lograrlo“. Dijo Lorenzo, con los ojos bajos y la mirada fija tranquilamente en su rostro.
Con una sonrisa en los labios que parecía deslumbrar, Jordana no pudo evitar distraerse un poco. Conocer realmente a alguien…
De repente, se dio cuenta de que el afecto de Lorenzo por ella a lo largo de los años había sido tangible, no solo palabras vacías y débiles. Lo que había hecho por ella en secreto, y mucho más, demostró que su cariño nunca fue solo de la boca para afuera.
“Lorenzo, ¿puedes contarme cómo llegaste a conocerme? Recuerdo que te graduaste muy
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Capitulo 382
pronto y después no estuvimos en la misma escuela, pareciera que no tuviste oportunidad de conocerme, ¿no?
Además, si dices que muchas cosas te las contó Romeo, sé que hay cosas que ni siquiera él sabía, pero tú sí. Por ejemplo, el asunto de mi caída al agua en Floridalia hace tres años, ¿también lo supiste desde el principio?”
Nadie aparte de su familia, sabía de ese incidente. Ni siquiera se lo había contado a Otilia hasta mucho después y si su amiga no lo sabía, definitivamente Romeo tampoco.
“La verdad es que al principio yo tampoco lo sabía. Solo fui a ver tu exposición de graduación en la escuela, vi muchos de tus trabajos, pero nunca te había visto pintar un óleo tan intenso. Después, mandé a investigar un poco.” Lorenzo dejó la explicación ahí, sin entrar en más detalles, pero no hizo falta decir más, ella pudo adivinar el resto.
Las lágrimas tiñeron las esquinas de los ojos de Jordana, eso era lo que se sentía ser realmente valorado por alguien.
Y de repente, lo entendió, Tal vez se busque riqueza y poder porque esos pueden encontrarse y desearse. Pero un amor verdadero era como el reflejo de la luna en el agua o las flores en el espejo, difícil de encontrar y aún más difícil de retener. Como un arcoíris, solo cuando te encuentras con él te das cuenta de que existe.
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