Capítulo 365
“El abuelo amaba la pintura y me llevó a ver un concurso. La primera vez que te vi, estabas entre los participantes más jóvenes y, a pesar de ser la más pequeña, ganaste el primer lugar. Desde ese momento, empecé a admirarte poco a poco. Sin embargo, cuanto más te conocía, más me gustabas y finalmente, te quise. De hecho, en los años desde que dejé el Instituto Aguamar, siempre estuve pendiente de ti y cuando te graduaste de la universidad, quería confesarte mis sentimientos, pero tuve que viajar al extranjero por un trabajo de último minuto y cuando regresé, ya te habías ido a Floridalia.”
En las palabras de Lorenzo había un tono de arrepentimiento y miedo. De hecho, esos tres años fueron muy difíciles para él, temiendo perder a Jordana más de una vez.
Aunque sus palabras no podían abarcar completamente los quince años de sentimientos, se podía percibir la profundidad de su amor.
Con la garganta apretada, Jordana preguntó, “¿Por qué nunca me lo dijiste?“.
“Cuando estábamos en el Instituto Aguamar, temía afectar tus estudios o no ser lo suficientemente bueno para hacerte feliz. Más tarde, cuando nos presentaron, no dije nada porque no quería presionarte. Además, prefería que me conocieras mejor con el día a día y así, poco a poco, te fueras enamorando de mí.”
Jordana respondió suavemente, “Tienes razón, si hubiera sabido todo esto desde el principio, me habría conmovido, pero no necesariamente me habría enamorado de ti.”
Siempre fue muy racional y difícilmente se enamoraría de alguien solo por sentirse conmovida. Si eso fuera posible, se habría enamorado de Álvaro en esos tres años, pero no fue así, durante todo ese tiempo, no sintió nada por él.
Lorenzo no respondió directamente, sino que dijo, “¿Recuerdas cuando me preguntaste por qué fui a pedir señales? En realidad, antes de conocerte, no creía en esas cosas, pero después de conocerte, sentí que todo había sido la mejor disposición del destino. Incluyendo esos tres años que te perdí temporalmente y luego te recuperé.”
Lorenzo le pasó los dedos por el cabello, acariciandolo suavemente.
“Así que, lo pasado, pasado está; no necesitas preocuparte demasiado. Ahora tenemos el presente y también el futuro.”
Jordana asintió, eso era cierto, no solo tenían un pasado, sino también un presente y un futuro. Luego, simplemente charlaron sobre cualquier cosa.
Hasta que Jordana, pensativa, preguntó, “¿Te duchaste con agua fría porque no querías aprovecharte de la situación?”
Lorenzo tocó su nariz con cariño y dijo con una sonrisa, “Puedo ser un caballero frente a otros, pero, frente a ti, no puedo ni quiero serlo, y definitivamente haría algo si se presentara la oportunidad. Pero, aquellos que se casan apresuradamente sin conocerse bien, tienen un vacío, les falta el proceso normal de enamoramiento, y no quiero que te falte nada en nuestra
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relación, porque donde hay carencias, hay arrepentimientos.”
Él no quería que Jordana tuviera arrepentimientos.
Al escuchar a Lorenzo decir eso, ella se sintió profundamente conmovida. Siempre pensó que él simplemente respetaba sus deseos, pero ahora entendía que todo lo que hacía era para evitar que ella tuviera arrepentimientos en su relación.
Tal vez fue el alcohol o quizá la emoción del momento, pero Jordana lo abrazó con fuerza. Después de eso, no hubo más palabras y esa noche durmieron abrazados estrechamente.
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