Capítulo 348
La voz era seria y profunda, pero no podía ocultar la profunda ternura que llevaba dentro.
Lorenzo la conocía desde hace ya quince años. Nunca se lo había comentado a ella.
Ella no pudo evitar preguntarle: “¿Hay muchas cosas sobre ti que no conozco?”
Lorenzo bajó la mirada y la respondió: “Es una larga historia, no puedo explicarlo todo en este instante. Hablamos en la noche.”
Jordana no pudo contenerse más, sus ojos se tiñeron de rojo y se llenaron de lágrimas.
Siempre pensó que sus sentimientos hacia ella eran claros, tan claros que se podían notar a simple vista.
Pero ahora, de repente se dio cuenta de que las declaraciones de amor que él hacía verbalmente, no eran comparables con todo el amor que realmente había entregado.
El amor de Lorenzo no era tan ardiente y ostentoso en la superficie.
Era como un antiguo estanque, como un profundo barranco, profundo y sereno.
Lorenzo, de hecho, había cumplido su palabra, instruyendo a sus invitados para tratar a Álvaro como un invitado de honor, colocándolo en un lugar privilegiado.
El lugar de honor estaba en el centro de la sala, con una vista excelente.
Así, Álvaro, incluso sentado en su lugar, podía ver claramente todo lo que sucedía frente a él.
Jordana, vestida de novia, era la imagen de la gracia y la elegancia, como una diosa
descendida de una obra maestra.
A su alrededor se escuchaban numerosos suspiros de admiración, elogiando la belleza de la novia y el porte del novio, pero la mayoría destacaba lo bien emparejados que estaban, como si estuvieran hechos el uno para el otro.
Aunque a Álvaro le costara admitirlo, al ver a Jordana junto al novio, era evidente que estaban hechos el uno para el otro, una pareja perfecta en belleza y virtud.
Más tarde, los novios, juntos, hicieron sus votos y él pudo ver claramente cómo se intercambiaban unas miradas llenas de amor, resonando con afecto mutuo.
El corazón de Álvaro se apretaba, dolía tanto que no podía respirar.
Frustración, resentimiento… todos estos sentimientos lo asaltaron inesperadamente, y entre ellos, predominaba el arrepentimiento.
Jordana debería haber sido suya, pero la había perdido, dejando que otro hombre se la llevara.
Lo más doloroso no era esa pérdida, sino saber que podría haber sido suya, pero al final la
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Capitulo 348
perdió y era irrecuperable.
Comparado con la felicidad de Jordana, de repente se sintió extremadamente miserable, como si fuera el protagonista de una broma bastante cruel.
Su matrimonio con Noemí había sido por obligación debido a un embarazo.
En cuanto a casarse con esta, se había mostrado completamente reacio a ese hecho.
Siendo honesto consigo mismo, realmente había tenido sentimientos por Noemí en el pasado. Sin embargo, después de enterarse de que Noemí había decidido irse a Oricalco durante tres años, abandonándolo, esos sentimientos se evaporaron por completo.
No era tonto, entendía bien que una mujer que lo había abandonado en sus momentos más difíciles para irse al extranjero, no podía tener sentimientos profundos hacia él.
Pero ahora se daba cuenta de algo: todo era irrecuperable…
Álvaro miró fijamente durante un buen rato, y de repente tuvo una epifanía sobre por qué Lorenzo lo había colocado en un lugar tan honorable.
No era realmente un invitado de honor, sino que lo hizo para que viera claramente cuán feliz era Jordana en la ceremonia de su gran boda y también para hacerle ver lo que había perdido.
Al llegar a esta conclusión, Álvaro se llenó de ira, deseando poder levantarse y salir de aquel lugar en señal de protesta.
Pero este pensamiento solo duró un instante antes de recuperar la razón.
No podía permitir que Lorenzo lo derrotara con un simple truco. Si Lorenzo necesitaba mostrarle todo esto, era porque se sentía inseguro.
Con el tiempo, Jordana también se cansaría de él y lo dejaría.
Al igual que cuando ella se había ido de la Mansión Luna Azul después de tres años, su relación con Lorenzo seguramente no duraría.
¡Todavía tenía una oportunidad!
Con este pensamiento, Álvaro se calmó, esperando con compostura a que Jordana y Lorenzo
salieran a brindar.
Todavía tenía muchas cosas que decirle a la joven.
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