Entendi El Novela 251

Posted by Adminh, ? Views, Released on December 29, 2024

Capítulo 251

Al mismo tiempo, en Floridalia.

En la Mansión Sabín.

Alfredo y Tadeo se habían ido al trabajo después del desayuno. Felisa, tras desayunar, tenía planes de ir a jugar a las cartas con algunas damas de la alta sociedad. Sin embargo, al llegar a la puerta, recordó que Noemí había vuelto.

Desde su regreso, el comportamiento de Noemí no había sido el mismo; parecía como si su alma se hubiera extraviado. Preocupada, Felisa decidió subir a verla y, al llegar a su puerta, llamó con suavidad. “Noemí, es hora de levantarse.”

Noemí era la hija de Alfredo con otra mujer, quien falleció durante el parto debido a una hemorragia severa, dejando solo a la niña. En estas situaciones, los hombres solían ser racionales y despiadados, manteniendo a las amantes y a sus hijos fuera de su hogar para no perturbar la paz familiar. Al principio, Alfredo había decidido abandonar a Noemí, ofreciéndole dinero para que se alejara. Pero cuando Felisa se enteró de la existencia de Noemí, insistió en que la trajeran al hogar de la familia Sabín.

Por un lado, Felisa se sentía culpable con Alfredo, ya que después de tener a Tadeo, no pudo tener más hijos. Por otro lado, siempre había deseado tener una hija para completar la familia. A lo largo de los años, Felisa trató a Noemí como si fuera su propia hija, asegurándose de que nunca le faltara de nada, aunque esta nunca le mostró afecto.

Después de llamar a la puerta durante cinco minutos sin recibir ninguna respuesta, Felisa pidió a una empleada que trajera la llave de repuesto para abrir la puerta. Al entrar, encontró a Noemí en el suelo, rodeada por un sinfín de pastillas para dormir. Aterrorizada, ordenó a los empleados que llevaran a Noemí al hospital para que la realizaran un lavado de estómago.

Después de una mañana agitada, Noemí finalmente salió de la sala de emergencias y fue trasladada a una habitación. Al ver que la niña estaba fuera de peligro, el corazón de Felisa finalmente empezó a tranquilizarse. Sin embargo, no pudo evitar expresar su frustración: “Niña, ¿por qué hiciste algo tan tonto?”

Noemí, pálida y con una mirada vacía, fija en el techo, permanecía en silencio. Felisa había escuchado de su hijo Tadeo sobre lo que había sucedido entre Noemí y Álvaro Zelaya. Mirando el lamentable estado de la niña, solo podía sentir lástima mientras le decía: “Hay otros hombres buenos en este mundo aparte de Álvaro. ¿Por qué te aferras tanto a alguien que no te ama?” Suspirando, continuó: “Ya no te ama, deberías dejarlo ir y encontrar a otra persona. No entiendo por qué te haces esto…”

Antes de que pudiera terminar de hablar, Noemí rompió en llanto, un llanto lleno de desesperación que provocó que Felisa sintiera un nudo en el corazón. Se apresuró a acariciar la cabeza de la joven mientras le preguntaba suavemente: “Noemí, ¿qué te pasó? ¿Qué ocurrió exactamente?”

Entre lágrimas y sollozos, Noemí respondió: “Señora, estuve con Álvaro y ahora estoy

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Capitulo 251

esperando un hijo suyo.”

Felisa se quedó sin palabras. Desde pequeña, había enseñado a Noemí a respetarse a sí misma, para evitar que siguiera el mismo camino que su madre: ser la amante de un hombre y morir durante un parto, mientras el hombre ni siquiera se fijaba en ella. Nunca se imaginó que, aunque Noemí no había seguido los pasos de su madre, sí había cometido el grave error de quedarse embarazada antes del matrimonio, algo que Felisa consideraba muy vergonzoso.

Con los ojos llenos de lágrimas, Noemí balbuceó: “Señora, no debería haberme traído al hospital. Debería haberme dejado sola. Si papá se entera de lo que hice, seguro que me

matará.”

La relación entre Noemí y Alfredo siempre había sido tensa, y él nunca la había aceptado como su hija. Además, él tenía un temperamento violento y se preocupaba mucho por las apariencias. Alfredo se sintió humillado cuando Noemí se fue lejos de Oricalco debido al accidente que dejó paralítico a Álvaro. Tras regañar a Noemí, Alfredo le había advertido que no volviera con la familia Sabín.

Felisa se dio cuenta de todo y suspiró otra vez, ella entendía perfectamente lo que se sentía al enamorarse de un hombre indigno.

Por eso, al ver a Noemí en ese estado, podía comprender perfectamente lo que sentía.

Después de todo, siendo la matriarca de la familia Sabín, en situaciones como esta, aún podía pensar con claridad.

“No te preocupes tanto, sé que tienes miedo, pero siempre hay una solución. ¡No es necesario que hagas algo tan drástico! No le diremos nada a tu padre por ahora, cuando te sientas mejor, te llevaré con la familia Zelaya. Ya estás esperando un hijo, y aunque Álvaro no quiera hacerse responsable de lo que hizo, los miembros de la familia Zelaya tendrán que darnos una explicación.”