Cicatrices de Novela 70

Cicatrices de Novela 70

Capítulo 70 

La furia nublaba la visión de Simón. Sus manos temblaban mientras intentaba procesar el cambio radical en Luz. ¿Dónde estaba aquella mujer dulce y complaciente que siempre lo había puesto primero? Este nuevo ser distante y calculador frente a él le resultaba irreconocible

Mis padres avanzaron con intención de reprenderme, pero bastó una mirada severa de mi parte para detenerlos. El mensaje era claro: si tanto querían evitar mi divorcio, más les valía mantenerse al margen

La comprensión brilló en sus rostros como un relámpago. No solo se detuvieron en seco, sino que viraron hacia Simón con desesperación mal disimulada

-¡Por favor, Simón, acepta el divorcio de una vez! ¡Violeta no puede esperar más

-¡Sí, hazlo ya! Si nos tardamos más, Violeta-mi madre se cubrió la boca con las manos temblorosas, incapaz de terminar la frase

Las venas en los brazos de Simón sobresalían como cuerdas tensas mientras sus puños se cerraban con fuerza apenas contenida. Su silencio era como una bomba a punto de estallar

-Presidente Rivero -el sarcasmo goteaba de cada sílaba—, ¿qué no ve que su adorada Violeta está en urgencias luchando por su vida? ¡Está esperando que su héroe la salve! Y no olvidemos que ella arriesgó su vida por usted¡Su salvadora! Sin mencionar que prácticamente se criaron juntos, más unidos que hermanos de sangre. 

Cada una de mis palabras era como una daga envenenada, y pude ver cómo se retorcían en su interior. El gran Simón Rivero, maestro de la manipulación emocional, ahora probaba su propia medicina. La justicia poética puede ser tan dulce, pensé mientras observaba su rostro descomponerse

Por primera vez, estaba experimentando lo que se sentía estar del otro lado de sus tácticas manipuladoras. Todas las veces que me había hecho sentir como un monstruo por no acceder a sus demandas sobre Violetael karma finalmente hacía su trabajo

Sus ojos, inyectados en sangre por la rabia contenida, se clavaron en los míos

-Luz, ¿tanto así quieres divorciarte de

-No tienes idea cuánto -mi voz salió tajante, punzante como un puñal

La conclusión golpeó a Simón como una bofetada. Esto no era un juego ni una rabieta pasajera. Era su oportunidad perfecta para liberarse de él, y la aprovecharía sin dudarlo

-Luz, ¿por qué te portas así? Lo de la piscinate juro que no fue intencional… 

Pobre iluso, pensé, ni siquiera entiende que eso es lo de menos. No me molesté en corregir 

su error

-¿Sabes qué? No me importa si fue a propósito o no. Solo tengo una vida y la valoro 

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Capítulo 70 

demasiado como para seguir desperdiciándola a tu lado

Simón me observaba como si fuera una extraña. Sus ojos recorrían mi rostro buscando algún rastro de la mujer que lo había adorado ciegamente, pero esa Luz había muerto en aquella piscina

El dolor lo dobló por la mitad repentinamente. Se sujetó el estómago con ambas manos

-Luzme dueleel estómago… 

Lo miré con hastío

-Ya párele al teatro, ¿no? ¿No le da vergüenza? 

El color abandonó su rostro cuando el recuerdo lo golpeó: aquella vez que me retorcía de dolor, suplicándole que me llevara al hospital, y él me había apartado bruscamente porque Violeta lo necesitaba

Antes de que pudiera hundirse más en su miseria, el doctor irrumpió en la sala con urgencia

-Señor Rivero, ¿consiguió el donador? ¡No podemos esperar más! Si nos demoramos, ¡ni un milagro la salvará

El poco 

color que quedaba en el rostro de Simón se evaporó

Recogí el acuerdo de divorcio del suelo y se lo empujé contra el pecho

-¡Fírmelo ya, presidente! Su querida Violeta lo necesita. ¿O prefiere verla morir

Sus ojos, ahora más rojos que nunca, se clavaron en el documento como si fuera. una serpiente 

venenosa

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Status: Ongoing Type: Native Language: Spanish
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