Cicatrices de Novela 376

Cicatrices de Novela 376

Capítulo 376 

El odio que sentía por Violeta ardía como brasas en mi interior, pero el deseo de ver recuperada a la hermana de Rafael lo eclipsaba todo. La impotencia me carcomía cada vez que pensaba en la delicada joven postrada en esa cama de hospital, víctima de una venganza que nunca 

mereció

Alejandro deslizó una copa de champán hacia . Las burbujas doradás ascendían en espiral, como pequeños mensajeros de las preguntas que estaban por venir

-Por cierto, me enteré que Carla volvió a molestarte en la sala de espera -comentó con ese tono casual que usaba cuando quería indagar más allá de lo evidente

-Ah, -respondí, mientras una idea comenzaba a tomar forma en mi mente. Me giré hacia él, estudiando sus facciones-. He notado que las empresas de don Ortega y la familia Ayala tienen varios productos que compiten entre

A pesar de que mi pasión siempre había sido la investigación científica, los negocios que manejaba me habían dado cierta perspicacia para entender las dinámicas del mercado. Las piezas del rompecabezas comercial comenzaban a encajar en mi mente con precisión 

matemática

Alejandro arqueó una ceja, sus ojos brillando con curiosidad

-Es correcto. ¿A dónde quieres llegar con eso

-Don Ortega planea expandirse significativamente en el mercado nacional, ¿no es así? Y la familia Ayala representa su principal competencia

Una sonrisa astuta se dibujó en sus labios mientras sus ojos oscuros destellaban con renovado interés

-Vaya, vaya¿Me estás proponiendo una alianza contra los Ayala? -pronunció con un sonido divertido

Sabía que era inútil intentar disfrazar mis intenciones ante alguien tan perspicaz como Alejandro

-Solo estoy siendo previsora -admití con franqueza-. Me interesa saber si don Ortega tiene planes similares. Podría ser beneficioso colaborar en el futuro

Enfrentarme sola a la familia Ayala sería como intentar derribar un muro de concreto con las manos desnudas. Pero con Alejandro como aliado, las probabilidades cambiarían drásticamente a mi favor

-¿No decías que aún guardabas sentimientos por tu ex? -cuestionó con perspicacia-. Enfrentarte a los Ayala significaría ponerte en contra de él también

¿Te atreverías?” 

-No busco confrontaciones personales -aclaré, mientras giraba suavemente la copa entre 

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Capítulo 376 

mis dedos-. Solo quiero protegerme. Conozco a Carla; su rencor hacia es como un veneno que no para de crecer. No me dejará en paz. Cuando llegue el momento, y estoy segura de que llegará, necesito tener un plan de contingencia

Mi formación en psicología me permitía ver con claridad las intenciones homicidas que Carla ocultaba tras su máscara de refinamiento. Por ahora se contenía, esperando paciente como una serpiente enroscada. Pero en cuanto viera una oportunidad, atacaría sin misericordia

-¿No confías en que Simón pueda controlar a su familia? -preguntó con sorna-. ¿0 quizás temes que él y Carla terminen siendo verdaderamente marido y mujer

Bajé la mirada hacia el líquido dorado que oscilaba en mi copa

-Como dicen por ahí, más vale prevenir que lamentar. No puedo depositar mi seguridad y mi futuro en las manos de ningún hombre -hice una pausa significativa-. Además, Simón y yo 

ya no somos nada

En el ámbito profesional, confiaba plenamente en la capacidad de Simón para manejar los asuntos de la familia Ayala. Sin embargo, en lo personal, mis dudas persistían como una 

sombra obstinada

No era que Simón fuera un conquistador o un traidor. Al contrario, su lealtad era una de sus virtudes más notables. Podía sentir la sinceridad en su deseo de reconquistarme, la 

autenticidad de sus sentimientos

Pero su naturaleza sentimental era su mayor debilidad. Sus emociones nublaban su juicio con demasiada facilidad, como cuando se puso del lado de Violeta en mi contra

Violeta había jugado magistralmente sus cartas: la amistad de toda una vida, el hecho de que la madre de ella prácticamente lo había criado. Con esas bazas, no le costó ganarse su confianza ciega

Carla, siendo más astuta, podría manipular hábilmente su posición como cuñada y el hecho de que su esposo le salvó la vida a Simón. Era cuestión de tiempo antes de que lograra que él bajara la guardia, que empezara a compadecerla

Y entonces… 

Aunque Simón no la amara, Carla encontraría la manera de tejer una red de la que él no podría escapar. Sus ambiciones iban más allá de la familia López; ansiaba también el control de los Ayala. Para lograrlo, necesitaba convertirse en la esposa legítima de Simón

Alejandro me observó largamente, como si pudiera leer cada uno de mis pensamientos

-Tienes razón -concedió con una sonrisa enigmática-. No te preocupes. Si llegamos a ese punto de no retorno con los Ayala, cuenta conmigo

Por supuesto, Alejandro era ante todo un empresario. Un hombre de negocios con una visión expansionista que no dudaría en aprovechar la oportunidad de absorber la porción de mercado que controlaban los Ayala

Una sonrisa se dibujó en mis labios mientras alzaba mi copa hacia él en un brindis silencioso

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Status: Ongoing Type: Native Language: Spanish
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