Capítulo 139
La pregunta brotó instintivamente de los labios de Simón.
-¿Cuál es la condición?
Luz arqueó una ceja, una sonrisa cruel jugando en sus labios.
-¡Nos divorciamos ya, y te largas sin un peso!
Sus ojos brillaron con malicia mientras continuaba:
-En cuanto tenga el acta de divorcio en mis manos, retiro la denuncia.
“¿No es eso amor verdadero?“, pensó con sarcasmo. “Vamos a ver qué tanto estás dispuesto a sacrificar por tu amada Violeta“.
La rabia hervía bajo su piel. Este hombre realmente creía que con solo hacer un puchero ella retiraría la denuncia y sentiría lástima por su amante. Le había dado demasiada importancia.
Sus pensamientos se tornaron amargos. Violeta, que no había trabajado en años, de algún lado había sacado dinero para intentar matarla. No había que ser un genio para saber de dónde. Aunque su matrimonio con Simón estaba destrozado, ese dinero seguía siendo propiedad conjunta. Violeta había usado su propio dinero para intentar eliminarla.
“Ya me humillaron suficiente“, pensó mientras observaba las líneas de preocupación formarse en el rostro de Simón. “Y todavía tiene el descaro de pedirme que retire la denuncia, sin mencionar responsabilidades. Hasta quiere que publique que todo fue un malentendido. ¿De
verdad me creen tan idiota?”
Simón frunció el ceño, la mandíbula tensa.
Una rísa amarga escapó de los labios de Luz.
-¿Qué pasa? ¿No estás dispuesto? -Sus palabras goteaban veneno-. Tu Violeta es tan delicada, tan frágil que no puede sobrevivir en ese lugar. ¿Y ni siquiera por ella estás dispuesto a soltar un poco de dinero?
La hipocresía la asqueaba. Para manipularla moralmente era un experto, pero cuando le tocaba a él sacrificarse, ni un paso atrás daba.
Esperaba que su sarcasmo lo enfureciera. Era obvio que solo quería que ella cediera sin límites, como antes, sin dar nada a cambio. Pero esta vez, ella quería todo.
Para su sorpresa, Simón no estalló. En cambio, la miró con una intensidad que la desconcertó.
-Luz, no es el dinero su voz sonaba extrañamente suave-. Es que no quiero divorciarme de ti.
La sangre de Luz hirvió en sus venas. ¡Hubiera preferido mil veces que dijera que no quería soltar el dinero! ¿Con qué cara se atrevía a decir que no quería el divorcio? Un momento suplicando por su preciada Violeta y al siguiente jurando amor eterno.
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Capitulo 139
-Luz, sé que la he regado horrible estos dos años -continuó Simón, su voz quebrándose-. No merezco tu perdón, pero dame otra oportunidad.
Luz sintió que la bilis le subía por la garganta. Justo cuando iba a soltarle todo lo que pensaba de él, Simón la interrumpió:
-Si quieres que me vaya sin nada, lo acepto. Puedo poner todas las acciones y propiedades a tu nombre. ¡Solo dame una oportunidad más! Si vuelvo a lastimarte, me voy sin pelear.
La furia de Luz se congeló en seco. Sus ojos se entrecerraron con suspicacia.
-¿Transferir todo a mi nombre?
Aunque ella había puesto esa condición, jamás pensó que él aceptaría. Por importante que fuera Violeta, no debería valer más que toda su fortuna. Lo había dicho solo para negociar, para hacer su vida miserable después del divorcio.
Al ver un destello de interés en sus ojos, Simón se apresuró:
—¡Sí! Todo, Luz. Pondré cada acción, cada propiedad a tu nombre. Solo… solo dame otra oportunidad.
Luz lo estudió detenidamente, buscando la trampa en sus palabras. Pero Simón sostuvo su mirada con una sinceridad que casi resultaba convincente. Parecía realmente dispuesto a darlo todo por una oportunidad.
Una sonrisa calculadora se dibujó en sus labios mientras alzaba una ceja.
-De acuerdo. Si de verdad estás dispuesto a cambiar todo tu patrimonio por una oportunidad, te la doy. -Su voz se volvió incisiva-. Con una condición: siempre que tengas que elegir entre Violeta y yo, si no la eliges a ella, no me divorcio de ti.
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