Al Mal esposo 23

Al Mal esposo 23

Capítulo 23 

Irene recogió la toalla del suelo con movimientos bruscos, cubriéndose el cuerpo mientras sus mejillas ardían de rabia e indignación

-¡Me importa un carajo tu oportunidad

Sus ojos cristalinos, usualmente dulces, ahora destilaban furia al enfrentar la mirada de Romeo. La imagen de él revolcándose con Inés en el cuarto de descanso de la empresa la noche anterior le revolvía el estómago. ¿Cómo se atrevía a pretender que todo era normal, que podía tenerlas a las dos? La bilis le subía por la garganta de solo pensarlo

Su mente daba vueltas tratando de entender la retorcida lógica de Romeo. Si tanto le gustaba Inés, ¿por qué no simplemente pedía el divorcio y se casaba con ella? ¿O acaso le excitaba la idea de jugar con las dos, de mantener una doble vida? Cada nueva teoría que se formaba en su cabeza le provocaba más náuseas que la anterior

Romeo permanecía apoyado contra la pared, sus músculos tensos como los de una fiera lista para atacar. Las venas de su cuello y hombros sobresalían, una mezcla perturbadora de amenaza y sensualidad que en otros tiempos la habría cautivado. Ahora solo le provocaba repulsión

Irene se mordió el labio inferior, odiándose por lo que estaba a punto de preguntar, pero necesitando saber la respuesta

-¿Es por eso por lo que no quieres el divorcio? ¿Para poder seguir acostándote conmigo cuando se te dé la gana

Su voz salió más temblorosa de lo que hubiera querido, traicionando la absurda esperanza que aún anidaba en algún rincón de su corazón. Una parte de ella, pequeña y patética, todavía aguardaba que Romeo dijera que todo había sido un error, que terminaría con Inés, que quería pasar el resto de su vida solo con ella

Los dedos de Romeo se tensaron contra la pared, sus nudillos blanqueándose

-¿Qué tiene que ver una cosa con la otra

-¡Todo! ¡Tiene todo que ver

La mirada ardiente de Romeo se enfrió gradualmente, transformándose en algo cercano al desprecio

-Ya párale con tus fantasías, Irene. Te estás pasando de la raya

En dos años de matrimonio, Romeo nunca la había visto recurrir a trucos tan obvios. Su torpeza al intentar manipularlo resultaba casi patética. Tenía que hacerle ver la realidad de una vez por todas, aunque eso significara lastimarla

Se apartó de la pared con un movimiento brusco y caminó hacia la puerta. El aire fresco que entró al abrirla disipó la atmósfera cargada de la habitación

1/2 

Capitulo 23 

Irene inhaló profundamente, como si hubiera estado conteniendo la respiración todo ese tiempo. Un torbellino de emociones la atravesaba, pero curiosamente, ninguna era el alivio que debería sentir ante la perspectiva del divorcio

El rugido del motor del Maybach rompió el silencio de la noche mientras Romeo se alejaba por la colina. Después de ponerse el pijama, Irene se metió en la cama, pero el sueño la eludía

El celular vibró sobre la mesita de noche. Era otra foto del número desconocido: Romeo e Inés en un restaurante elegante. Él lucía impecable en su traje oscuro; ella, radiante y coqueta. La perfecta pareja de revista. La hora marcada en la esquina inferior era las seis de esa misma tarde, justo antes de que Romeo llegara a la villa

Irene observó el rostro relajado de Romeo en la imagen. Jamás lo había visto así de suave, así de genuinamente feliz. Se sentó en la cama, abrazando sus rodillas contra el pecho, y pasó la noche en vela, torturándose con pensamientos que no la llevaban a ninguna parte

Al amanecer, se marchó antes de que Milagros despertara. No tenía fuerzas para inventar excusas sobre la partida nocturna de Romeo ni para fingir que todo estaba bien. Pidió un Uber y, después de casi dos horas de trayecto, llegó a casa de Natalia

Se detuvo en seco al entrar al salón. En lugar de televisor, había un proyector apuntando a una pared gris donde se exhibía, ampliada, la foto de Romeo e Inés

Natalia, que dormitaba sobre la mesa, se incorporó de un salto al verla y la arrastró hacia el sofá

-¡Por fin llegas! Ya armé todo un plan para desenmascarar a esa tipa

Irene parpadeó varias veces, procesando las palabras de su amiga

-¿Desenmascarar

-Espérate, déjame explicarte todo con calma

Natalia señaló la imagen proyectada de Inés

-Ayer nomás la vi y algo no me cuadró. Me puse a investigar toda la noche y no vas a creer lo que encontré

Irene clavó la mirada en el rostro sonriente de Inés. Muy en el fondo, siempre había querido saber quién era realmente la mujer que había destruido su matrimonio

טט 

Al Mal esposo

Al Mal esposo

Score 9.9
Status: Ongoing
Al Mal esposo

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset