Capítulo 209
Eduardo no pudo contener más su curiosidad.
-Señora Núñez, ¿quién es realmente esa tal Irene?
Inés apretó los dientes hasta que la mandíbula le dolió.
-Una insignificante que no vale la pena mencionar.
“Ni loca voy a revelar quién es Irene. Mucho menos voy a dejar que piensen que me importa lo más mínimo.”
Eduardo contuvo una sonrisa escéptica. Si fuera tan insignificante como decía, ¿por qué tanto David como Inés se habrían involucrado personalmente?
-Y sobre la competencia… -su voz titubeó.
-Por ahora lo dejamos así. Esperaremos a las semifinales.
El sonido seco del teléfono al colgar resonó en la oficina. Inés se reclinó en su silla, su mente dando vueltas. “¿Qué está pasando realmente entre David e Irene?”
Ahora entendía por qué el Grupo Aranda había patrocinado tan repentinamente el concurso Design Space. En sus investigaciones sobre Irene, había descubierto su amistad con Natalia, pero esto iba más allá. David no haría tanto solo por la amiga de su hermana. Patrocinar Design Space no era cualquier cosa, la ayuda tiene sus límites.
Después de darle vueltas al asunto, volvió a marcar el número de Eduardo, esta vez para pedirle el contacto de David. Necesitaba aclarar las cosas cara a cara.
La sorpresa inicial de David al recibir su llamada dio paso a un rechazo cortés, hasta que ella mencionó el nombre clave.
-Me gustaría hablar contigo sobre Irene.
-Señorita Núñez, creo que está confundida. No tengo ninguna relación con Irene.
-Si de verdad no hay nada entre ustedes, ¿por qué el presidente Aranda la protege tanto?
El silencio se extendió por varios segundos antes de que David respondiera, su voz ahora marcadamente más formal.
-Solo busco que la competencia sea justa y transparente. Espero que la señorita Núñez respete las reglas del mundo del diseño.
-¿Y si decido no respetarlas? -Inés sonrió con malicia-. Presidente Aranda, ¿en serio se arriesgaría a enemistarse con Alquimia Visual por defender a Irene?
La temperatura de la voz de David descendió varios grados.
-Las reglas son reglas. No me importa si es usted personalmente o toda Alquimia Visual, ¡no voy a permitir irregularidades!
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Capítulo 209
La llamada se cortó abruptamente. Esas pocas frases de tanteo habían sido suficientes para confirmar las sospechas de Inés.
No lograba entender qué veía David en Irene, una mujer sin talento notable y encima divorciada. Aunque Inés no venía de cuna noble, había crecido bajo el amparo de los Castro, lo que le había dado un orgullo particular. Conocía perfectamente las reglas no escritas de la alta. sociedad: Irene no estaba a la altura ni de Romeo ni de David.
– no quería
Quizás era simple celo femenino, pero no se conformaba con alejarla de Romeo que Irene tuviera ningún vínculo con David. Que hubiera sido la señora Castro durante dos años ya había sido demasiado privilegio para la familia Llorente. ¿Con qué derecho pretendía permanecer en ese círculo?
Sus dedos marcaron otro número con determinación.
-Sigue vigilando cada movimiento de Irene.
El resfriado se extendió durante casi una semana. Cada tarde, Irene acudía al hospital para su tratamiento intravenoso y después subía a continuar con la terapia de Daniel, asistida por
Esteban.
El estado de Daniel había empeorado notablemente. Permanecía sentado en la cama con la mirada perdida en el vacío, completamente ajeno a las visitas. Había que alimentarlo como a un niño pequeño, invirtiendo casi una hora en hacerle tomar un simple plato de sopa.
Durante esos días, Irene traía la cena después de su tratamiento y comía mientras alimentaba
a Daniel.
-Ya casi me recupero del resfriado. Mañana me dan de alta y regreso al trabajo, pero seguiré viniendo todas las noches a cenar contigo.
Acercó la cuchara con sopa a los labios de Daniel.
-Anda, abre la boquita.
El rostro de Daniel permaneció inexpresivo, sus ojos vacíos fijos en algún punto indefinido.
-¿No te gusta la comida? -la voz de Irene se suavizó, como si le hablara a un niño pequeño-. Dime qué caldo prefieres y mañana te lo traigo, ¿sale?
Se inclinó intentando interceptar su mirada perdida, pero Daniel seguía ausente, encerrado en su propio mundo. Esteban le había explicado que se estaba aislando cada vez más en sí
mismo.
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