Capítulo 174
“Esposa… solo una figura decorativa“, las palabras de Romeo resonaban en su mente como un eco venenoso. A sus ojos, ella era solo una mujer ambiciosa que aprovechaba cualquier oportunidad para escalar posiciones, siempre insistiendo en que todos la reconocieran como la señora Castro.
La ironía la golpeó como una bofetada. Mientras ella soñaba con el reconocimiento público de su esposo, él la acusaba de pasearse con otros hombres. “¿Me cree idiota o qué?“, casi podía escuchar el pensamiento de Romeo.
Sus dedos acariciaron suavemente la zona donde él la había sujetado con tanta fuerza. El dolor físico era menor comparado con la herida que dejaban sus palabras. ¿De verdad la veía así? ¿Como una mujer irracional que solo buscaba problemas?
Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios. Romeo ni siquiera imaginaba que ella tenía pruebas de sus encuentros con Inés.
Después de considerarlo por un momento, guardó las fotos recién recibidas junto con toda la evidencia que había acumulado antes. El viejo dicho resonó en su mente: “Hasta el conejo más manso muerde cuando lo acorralan“. Pero ella aún no estaba lista para mostrar sus colmillos.
Todo el incidente había arruinado por completo su capacidad de disfrutar del paisaje nevado. Ya que había rechazado el proyecto de Valle Aureo, intentó contactar a Lisa para buscar otro trabajo.
Con todos trabajando desde casa, nadie parecía estar verdaderamente disponible. Lisa ni siquiera había respondido sus mensajes. Se obligó a concentrarse en sus estudios, aunque su mente divagaba constantemente.
De pronto, una notificación apareció en la esquina inferior derecha de su computadora. Era un correo del concurso Design Space.
“Felicidades, ha pasado a la primera ronda.”
Sus manos temblaban mientras abría el correo. No había ninguna mención del mensaje de eliminación anterior. Después de los comentarios de los jueces sobre su diseño, seguían las instrucciones para la semifinal.
La desconfianza la hizo marcar el número oficial para confirmar.
-Disculpe, ¿podría verificar mi estado en el concurso?
Después de introducir su número de participante, una voz automatizada respondió:
-Felicidades, señora Irene. Ha pasado la primera ronda del concurso Design Space. Por favor, revise su correo para conocer los lineamientos de la semifinal…
La incredulidad la paralizó por un momento. ¿Habría funcionado su amenaza? ¿Inés habría decidido no interferir más en el concurso?
17:33
Sin importar la razón, la alegría burbujeaba en su interior. Tomó una captura de pantalla y se la envió a David.
-¡David! Pasé la primera ronda. Parece que el aviso de eliminación fue un error.
La respuesta llegó casi instantáneamente. Los tres puntos indicando que escribía aparecieron y desaparecieron.
-¡Felicidades! Sabía que lo lograrías. Sigue así.
Una sonrisa genuina iluminó su rostro, revelando esos hoyuelos que tanto la caracterizaban. Todo su mal humor se evaporó como la nieve bajo el sol, y sin perder tiempo, comenzó a prepararse para la segunda ronda.
El mensaje de Lisa interrumpió su concentración:
-¿Es cierto que la señorita Núñez aceptó dejarte fuera del proyecto Valle Aureo?
-Así es.
-Te mandaré unos diseños por correo. Hay que pulirlos un poco. Mañana hablamos en la
oficina de los detalles.
Lisa sonaba ocupada y no indagó más. Poco después, varios archivos llegaron a su bandeja de entrada, Irene tuvo que posponer su trabajo en el concurso para enfocarse en las nuevas
tareas.
Cuando por fin terminó, su estómago rugió recordándole que no había comido. El reloj marcaba las tres de la tarde.
Romeo no había bajado desde su arrebato de ira. No sabía si seguía trabajando o si finalmente se habia permitido descansar. Sin comer en todo el día, su cuerpo no resistiría, incluso si estaba durmiendo…
Se mordió el labio inferior mientras su mirada se perdía en la escalera. Después de un momento de duda, se levantó y subió con pasos silenciosos.
Al llegar al segundo piso, giró a la derecha hacia el dormitorio. Tanto esta puerta como la del estudio estaban cerradas.
La indecisión la paralizó por un instante antes de empujar suavemente la puerta de la
recámara.
17:33