Al Mal esposo 171

Al Mal esposo 171

Capítulo 171 

Irene llevaba un traje beige claro que contrastaba con su cabello negro recogido en una cola baja. Su rostro afilado, delicado como el de una gaviota, no necesitaba maquillaje alguno. Una marca rojiza en sus labios, recuerdo de la noche anterior, añadía un toque involuntariamente sensual que atraía miradas indiscretas

Estaba a punto de acercarse a él cuando se detuvo abruptamente. Dio media vuelta y tomó una toalla blanca del perchero

Se mordió el labio inferior, un gesto nervioso que solía hacer cuando intentaba acercarse a Romeo

-La nevada está fuerte hoy. Dicen que habrá tormenta esta noche

Se puso de puntillas para alcanzar su cabeza y limpiar los copos de nieve que se derretían sobre su cabello oscuro. Al estirarse, el borde de su blusa se levantó ligeramente, revelando un destello de piel pálida en su cintura. Romeo la observó con intensidad depredadora desde la profundidad de sus ojos oscuros, inmóvil como una estatua mientras ella se movía a su alrededor con movimientos calculadamente delicados

-Ya está

Un dolor agudo recorrió los brazos de Irene después de sacudir la nieve de sus hombros. Ignoró la molestia y dejó la toalla un lado para ayudarlo a quitarse el abrigo. Romeo permaneció quieto, con las manos ligeramente separadas del cuerpo, permitiéndole girar a su alrededor como una mariposa alrededor de una llama

Después de colgar el abrigo, Irene regresó la toalla a su lugar. María Jesús se acercó con un último plato de sopa humeante y comenzó a desatarse el delantal

-Patrón, compré provisiones extra. Como está nevando tan fuerte y las calles están horribles, mañana no podré venir

-Puedes quedarte a dormir aquí esta noche

Romeo miró hacia la ventana, donde la nieve caía cada vez con más fuerza

María Jesús dibujó una sonrisa cómplice

–Con este clima ni usted ni la señora podrán ir a trabajar mañana. Mejor no me quedo para nointerrumpir

Lanzó una mirada significativa hacia donde Irene había desaparecido. Romeo sintió que se burlaba de él sutilmente. ¿Asi que este es tu plan, Irene?pensó. Primero insistir en contratar una mucama, y ahora orquestar este momento a solas sugiriendo que María Jesús no viniera mañana. Sus pequeñas estrategias siempre eran transparentes para él

Irene regresó después de guardar la toalla y notó de inmediato que algo había cambiado en el ambiente. La tensión era palpable

-Señora, por favor limpie la mesa cuando terminen. Yo me retiro

María Jesús se abotonó el abrigo, lista para marcharse. Irene la acompañó hasta la puerta. Al abrirla, una ráfaga de viento helado se coló por su ropa ligera, haciéndola estremecer involuntariamente

-María, está imposible caminar allá afuera. Mejor quédese esta noche

No era la primera vez que intentaba convencerla

-No se preocupe, mi esposo está esperando en el coche. Él maneja muy bien en la nieve

Antes de salir, María Jesús se volteó para cerrar la puerta y rozó la mano de Irene

-He estado preparando caldos especiales para fortalecer el cuerpo. que ha estado trabajando mucho, pero la veo preocupada. Tenga paciencia

Su mirada se detuvo en los labios lastimados de Irene y en las marcas rojizas que salpicaban su cuello. La batalla de la noche anterior había sido más que intensa: había sido brutal

Jrene se llevó instintivamente la mano al cuello. A pesar de haber elegido la ropa más conservadora para estar en casa, no 

ea suficiente para ocultar las evidencias

-María-Su voz tembló ligeramente. Quería explicarle que ya no era necesario, que el cuerpo de Romeo estaba bien, pero las palabras se atoraron en su garganta

ace mucho frío, mejor entre ya. El señor la está esperando. Me voy

Irene abrió los labios para decir algo más, pero María Jesús ya se alejaba apresuradamente por el camino nevado. Exhaló 

18:16 

Capitulo 171 

un profundo suspiro. Había creído que María Jesús se había olvidado de aquello, pero seguía preparando comidas nutritivas con la misma dedicación de siempre. nutrit 

Al cerrar la puerta y volverse hacia el interior, vio a Romeo bajando las escaleras. Se había cambiado a una pijama Completamente blanca que suavizaba su habitual aura fría y autoritaria. Se dirigió directamente a la mesa y tomó asiento

Irene lo siguió y se sentó a su lado, estudiando su perfil por un momento

-¿Piensas ir mañana a la oficina

Mañana era primero de mes y, según la costumbre, Romeo le entregaría el dinero para sus gastos. Si planeaba ir a trabajar, quería mencionarle esta noche la posibilidad de aumentar los habituales cincuenta mil pesos en otros diez mil. El pensamiento la hizo sentir una punzada de vergüenza, pero la ahogó rápidamente

THE 

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Status: Ongoing
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